El servicio de Oftalmología del HUNSC, en Tenerife, trabaja conjuntamente con el servicio de Otorrinolaringología desde 2008 para tratar quirúrgicamente este tipo de afecciones oculares mediante dacriocistorrinostomía con láser de diodo, del que ya se han beneficiado más de 200 usuarios. El 75% de los pacientes intervenidos son mujeres.
Durante los últimos dos años, más de 200 pacientes del servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Ntra. Sra. de Candelaria (HUNSC), en Tenerife y adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, se han beneficiado de la aplicación de láser de diodo en intervenciones quirúrgicas para tratar las afecciones de la vía lagrimal.
Las patologías de la vía lagrimal y sus manifestaciones en forma de lagrimeo (epífora) son bastante frecuentes y llegan a constituir el 10 % de las consultas oftalmológicas a nivel hospitalario, lo que causa grandes molestias al paciente por el lagrimeo constante, además de otras patologías como es la infección de la vía lagrimal, denominada dacriocistitis.
Estas patologías pueden resolverse mediante una intervención quirúrgica clásica (dacriocistorrinostomía externa), que en casi 100 años no ha sufrido modificaciones técnicas. Esta intervención, actualmente vigente, requiere normalmente anestesia general e ingreso de los pacientes.
Con la implantación de nuevas tecnologías ha surgido la posibilidad de aplicar a esta patología un nuevo tipo de láser (láser de diodo). Esto ha supuesto un gran avance, pues permite una técnica que se realiza de forma ambulatoria (no requiere ingreso por parte del paciente), mínimamente invasiva, (menor daño en los tejidos), y de menor duración, Permitiendo todo ello una recuperación precoz y una rápida reincorporación a la vida familiar y laboral.
Para el Dr. José Luis Delgado, responsable de esta sección del servicio de Oftalmología del HUNSC y para el Dr. Pedro Abreu, jefe del servicio de Oftalmología, “las dacriocistorrinostomías con láser de diodo alcanzan resultados satisfactorios en un 70%, requiriendo en ocasiones una segunda intervención que mejora aún más este porcentaje”.
La incidencia de estas afecciones oculares es tres veces superior en mujeres que en hombres, y es que, del total de personas intervenidas por este motivo en el HUNSC, hasta un 77% corresponde al género femenino. Si bien no existen diferencias estructurales entre la vía lagrimal de los hombres y las mujeres, las causas pueden ser debidas a factores hormonales y/o genéticos.
Estos avances han sido posibles gracias al complemento que ha recibido el láser diodo con la técnica endoscópica endonasal. Según el Dr. Luis Cejas, especialista del servicio de Otorrinolaringología, “la mejora de esta tecnología ha supuesto que se puedan realizar esta técnica, con resultados satisfactorios y con el menor daño en los tejidos posibles, gracias a la visualización directa de las estructuras de la cavidad nasal, en íntima relación con la vía lagrimal”. Es por tanto “un claro ejemplo de la colaboración multidisciplinar entre ambos servicios, que redunda en un tratamiento exitoso en beneficio del paciente”.
Procedimiento quirúrgico
El procedimiento quirúrgico consiste en comunicar la vía lagrimal, en la región del saco lagrimal, con la fosa nasal. Esta comunicación se establece mediante un pequeño orificio (osteotomía), en el hueso lagrimal mediante el láser diodo, que se visualiza en todo momento a través de la cavidad nasal mediante la endoscopia nasal. Una vez ambas partes están comunicadas, se coloca un pequeño y fino tubo de silicona, para mantener la apertura creada permeable, retirándose a los dos meses aproximadamente.
Tras la intervención, que no requiere de hospitalización, se llevan a cabo varios controles postoperatorios en consultas externas, tanto por parte de Oftalmología como por parte de Otorrinolaringología para comprobar la evolución del paciente.
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