El llamado ‘factor campo’, atribuido a la fuerza que transmiten los aficionados al equipo local, permanece en los estadios de fútbol a pesar de que no acojan espectadores debido a la pandemia. Así lo refleja un estudio estadístico con datos de ligas profesionales europeas.
Para los amantes del deporte, el hecho de jugar como local o como visitante siempre se ha entendido como un elemento diferencial, ya que el apoyo de la hinchada beneficiaba al equipo de casa y contribuía al conocido 'factor campo'.
Debido a las medidas de distanciamiento social provocadas por la pandemia, los campos se han quedado vacíos. Sin embargo, esta desafortunada circunstancia ha servido para llevar a cabo estudios y comprobaciones que de otra manera habrían sido inimaginables.
Un equipo de investigadores de dos universidades alemanes ha logrado demostrar que, sin espectadores y sin el apoyo de las aficiones, los equipos locales continúan manteniendo una ventaja estadística sobre los equipos visitantes, tal y como reflejan en un estudio publicado en la revista PLOS ONE.
“Los investigadores llevan décadas intentando identificar las razones del fenómeno de la ventaja local y, dada esta oportunidad excepcional de aprender más sobre ella, no podíamos dejar de hacer este estudio”, explica a SINC Fabian Wunderlich, autor del estudio e investigador en la Escuela Superior de Deportes de Alemania.
Para conseguir sus resultados, Wunderlich y sus compañeros realizaron una comparación estadística de casi 40.000 partidos de fútbol (36.882 con público y 1.006 sin público) de diez ligas europeas profesionales, incluidas las de España, Inglaterra, Italia, Alemania, Portugal y Turquía. También, se incluyeron otros 5.624 partidos sin público de fútbol amateur. Además, se excluyeron otras importantes ligas, como la francesa o la belga, donde la temporada pasada acabó prematuramente.
Después, recabaron cuatro tipos de datos para medir y cuantificar la ventaja de los equipos. En primer lugar, las decisiones arbitrales en cada partido, como el número de faltas, tarjetas amarillas y rojas, ya que pueden entenderse “como un reflejo del comportamiento y un posible sesgo del árbitro inducido por los espectadores”, explican en el estudio.
En segundo lugar, se investigaron las ocasiones de gol y los disparos dirigidos a portería, “que pueden considerarse medidas de dominio del partido”.
En tercer lugar, los expertos analizaron las expectativas del mercado de apuestas deportivas para cada encuentro, que ahora debían tener en cuenta la ausencia de espectadores en cada campo. Y por último, recogieron los resultados de cada encuentro.
“Lo que encontramos es que la ventaja de jugar en casa sigue existiendo en los estadios vacíos. Es decir, que los equipos siguen teniendo un éxito significativamente mayor en los partidos de casa que en los de fuera”, afirma el autor.
Según explica el experto, la ventaja local ha disminuido ligeramente en ausencia de espectadores, “aunque este efecto es bastante pequeño y no es estadísticamente significativo”.
Por tanto, aunque la ausencia de espectadores cambie ligeramente los resultados, el estudio demuestra que la ventaja de jugar en casa se debe principalmente a razones no atribuibles a la presencia de espectadores.
Donde sí han encontrado diferencias notables es en el comportamiento de los árbitros. Normalmente, los equipos visitantes se enfrentaban a mayores sanciones en forma de faltas, tarjetas amarillas y tarjetas rojas. Sin embargo, y sin espectadores, el llamado sesgo arbitral desapareció.
“La diferencia en las sanciones disciplinarias desaparece o incluso se invierte levemente cuando la multitud está ausente, lo que respalda la idea de que la presencia de espectadores probablemente sea la razón única o predominante del comportamiento sesgado de los árbitros”, se explica en el estudio. Además, sus resultados son consistentes con las conclusiones de otro estudio, que sugiere que los árbitros usan el ruido de la multitud como una señal para evaluar la gravedad de las faltas.
A pesar de que el comportamiento arbitral ha podido variar, los resultados de los equipos han seguido la misma tendencia que cuando sí había gente en las gradas. Por lo tanto, cabe preguntarse de qué depende el 'factor campo' o la ventaja de los equipos locales sobre los visitantes.
“Esta es la pregunta más importante. Las razones que podrían explicar la todavía existente ventaja de jugar en casa son la familiaridad con la propia instalación deportiva o una mayor reacción hormonal de los jugadores a los partidos en casa (la llamada territorialidad). Además, el cansancio por el viaje del equipo visitante podría desempeñar un papel importante en los deportes profesionales, pero no explica la ventaja de jugar en casa en los deportes amateurs, donde las distancias son pequeñas”, opina Wunderlich.
Hasta que los aficionados no puedan regresar a sus butacas y se realicen nuevos estudios, no se podrá saber con exactitud a qué se debe este fenómeno deportivo. Sin embargo, los autores creen que este estudio puede ser de utilidad para varias partes interesadas, como para los árbitros, quienes intentan limitar las decisiones sesgadas, o para los equipos, que tratan de maximizar su ventaja local sobre los rivales.
Referencia:
Wunderlich F et al.: “How does spectator presence affect football? Home advantage remains in European top-class football matches played without spectators during the COVID-19 pandemic”. PLoS ONE (2021)