Los cráteres de la región oriental de 'Arabia Terra' de Marte se asientan literalmente sobre un pedestal. Así lo muestran las últimas imágenes enviadas por la sonda Mars Express de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Los primeros estudios sobre los cráteres les prestaron tanta atención que se podría decir que los pusieron ‘en un pedestal’, pero ahora la sonda Mars Express de la ESA demuestra que efectivamente algunos se encuentran sobre un pedestal.
Los cráteres son el resultado del impacto de asteroides, cometas o meteoritos. En los conocidos como ‘de pedestal’, las rocas eyectadas en el impacto cubrieron el entorno del cráter, protegiéndolo de la erosión, lo que ha dado lugar a una plataforma elevada o pedestal con laderas escarpadas, y con frecuencia rica en materiales volátiles como agua o hielo.
La zona analizada es el este de Arabia Terra, una región de las tierras altas del norte de Marte con una extensión de unos 4500 km, descrita por primera vez en los mapas de Giovanni Schiaparelli en el siglo XIX. Esta región se caracteriza por sus escarpadas colinas, valles y antiguos cráteres de impacto, posteriormente rellenados con lava y profundamente erosionados durante millones de años.
La zona oriental presenta una elevación de unos 4 kilómetros respecto a la zona noroeste. Hacia el norte, Arabia Terra desciende hasta fundirse con la gran depresión de Vastitas Borealis.
La Cámara Estéreo de Alta Resolución a bordo de la sonda Mars Express de la ESA cubre una región de unos 159 km por 87 km en el este de Arabia Terra. En las imágenes se pueden distinguir varios ejemplos de cráteres de pedestal.
El gran cráter en el centro de la parte superior de una de las imágenes presenta un pedestal que se extiende desde la misma cresta del cráter, a modo de falda. Los montículos y las mesetas en el fondo de los cráteres de mayor tamaño están formados por sedimentos arrastrados por la acción del viento o el agua, o producto de la actividad volcánica.
También se observan al norte los sedimentos estratificados formando una llanura suave formada a finales del Noeico o a principios del Hespérico, hace unos 4 mil millones de años.
Desde su formación, la fuerte erosión del viento y el agua ha dado lugar a la variedad de accidentes geográficos que se pueden observar en la región actualmente.