La robótica es el futuro para las intervenciones quirúrgicas complejas, según los expertos. En el caso de las operaciones de cáncer de próstata, ya ha comenzado a sustituir a la laparoscopia, que usa una cámara y una pantalla para ayudar a los cirujanos a ver mejor. En menos de tres años, se han realizado en España 300 intervenciones con esta nueva tecnología. Humberto Villavicencio, director de la Fundación Puigvert de Barcelona y primer cirujano que utilizó esta técnica en España, ha explicado los detalles hoy en Salamanca.
"Nosotros fuimos los pioneros en introducir la robótica en España y la primera intervención de todas las especialidades fue en Urología y el primer cirujano fui yo, el 6 de julio de 2005. Desde entonces ya se han operado más de 300 casos que han venido a revolucionar la práctica por medio de una tecnología más avanzada", ha declarado el experto momentos antes de participar en una mesa redonda del XV Congreso de la Sociedad Española de Investigaciones Quirúrgicas.
"La cirugía abierta ha sido desplazada por la cirugía laparoscópica, que tiene la ventaja de que, a través de una pantalla, permite ver mejor, pero se trata de una visión en dos dimensiones, es como si estuviera operando con un solo ojo", comenta. Frente a esto, la robótica presenta numerosos avances. En primer lugar, "no usa unos instrumentos grandes, sino del tamaño de un centímetro, pero con una movilidad de 360º, y es articular, por lo tanto facilita la maniobrabilidad dentro del abdomen con un mínimo daño", señala Villavicencio. Además, presenta una "visión extraordinariamente magnificada y en tres dimensiones, por lo tanto, si se ve mejor, se corta mejor y los resultados son mejores", apunta.
Sin riesgo de infecciones
Asimismo, el temblor propio de la persona que realiza la intervención queda neutralizado y las heridas son más precisas. Por otra parte, "el cirujano no precisa lavarse, porque no está junto al enfermo, sino en una consola en la que disfruta de una visión perfecta. Así, el paciente se recupera más fácilmente y no hay riesgo de infecciones", añade.
Esta tecnología se ha reservado hasta el momento para el cáncer de próstata, pero promete ofrecer muchas otras funciones. "Nosotros la estamos usando para corregir las malformaciones congénitas de la unión del riñón con el uréter, tanto en adultos como en niños", comenta Villavicencio. "Estamos sustituyendo poco a poco lo que ya estábamos haciendo con la laparoscopia en todo tipo de intervenciones, lo que pasa es que hay que rentabilizar la inversión, porque se trata de una tecnología muy costosa que está indicada para intervenciones complejas", explica. En ese sentido, el máximo rendimiento está en la Urología, porque las intervenciones en la próstata son muy delicadas, ya que interfiere en los nervios responsables de la erección y en los esfínteres responsables de la continencia de la orina, entre otros, sobre todo en casos de cáncer".
Tecnología americana
En la actualidad, ya hay seis robots de este tipo en España, tres en centros públicos y otros tres en centros privados, repartidos por Cataluña, País Vasco, Madrid y Andalucía. La tecnología es muy costosa y procede de Silicon Valley, en California (Estados Unidos). Sin embargo, una de las grandes ventajas que tiene para los profesionales frente a la cirugía laparoscópica es su facilidad de manejo. "La laparoscopia requiere de mucho aprendizaje en simuladores y en animales de experimentación, mientras que con el robot el experto en cirugía abierta puede pasar casi directamente a intervenir, por lo tanto el aprendizaje es mucho más corto", afirma Humberto Villavicencio.