El pasado mes de febrero se descubrió un objeto del tamaño de un coche orbitando, temporalmente y de forma caótica, alrededor de nuestro planeta. Su nombre es 2020 CD₃ y lleva tres o cuatro años con nosotros, pero a finales de abril seguirá su camino en solitario por el sistema solar.
El 15 de febrero de 2020 los astrónomos Theodore Pruyne y Kacper Wierzchos buscaban objetos próximos a la Tierra desde el Observatorio del Monte Lemmon, en Arizona (EE UU), cuando descubrieron uno que les llamó poderosamente la atención.
Una vez que lo investigaron a fondo, Wierzchos anunció en su cuenta de Twitter: “GRAN NOTICIA. La Tierra tiene un nuevo objeto capturado temporalmente, posiblemente una miniluna, llamada 2020 CD3. Tiene magnitud 20 (una forma de medir su brillo, que es mayor cuanto más pequeño sea el número) y lo hemos encontrado en el marco del sondeo Catalina Sky Survey”.
BIG NEWS (thread 1/3). Earth has a new temporarily captured object/Possible mini-moon called 2020 CD3. On the night of Feb. 15, my Catalina Sky Survey teammate Teddy Pruyne and I found a 20th magnitude object. Here are the discovery images. pic.twitter.com/zLkXyGAkZl
— Kacper Wierzchos (@WierzchosKacper) February 26, 2020
Al principio, se llegó a pensar que este objeto pudiera ser algún tipo de basura espacial, pero según fueron aumentando las observaciones y los datos se comprobó que lo más probable es que sea un asteroide.
El Centro de Planetas Menores (MPC), el organismo oficial que bajo el auspicio de la Unión Astronómica Internacional recopila las observaciones y los cálculos sobre sus órbitas, confirmó el 25 de febrero que 2020 CD3 está temporalmente ‘atado’ a la Tierra y que no se vincula a ningún dispositivo artificial. También recomendó realizar más estudios.
La semana pasada, científicos del Observatorio Gemini en Mauna Kea (Hawái, EE UU) ofrecieron las primeras imágenes de 2020 CD₃, que aparece como un diminuto punto luminoso seguido por el telescopio, en medio de un colorido arrastre de estrellas a su alrededor.
Por el albedo o radiación que refleja este asteroide, los científicos deducen que tiene entre 1,9 y 3,5 metros de diámetro, es decir, del tamaño de un vehículo aproximadamente.
Respecto al movimiento de 2020 CD3 alrededor de la Tierra, no se parece en nada al circular y uniforme de la Luna, sino que su órbita es mucho más caótica, con distintos bucles. Así lo demuestran los diagramas de simulación presentados por diversos astrónomos.
Diagramas orbitales de 2020 CD3 alrededor de la Tierra, elaborados, respectivamente, por los investigadores Hanno Rein y Tony Dunn. Los 'aros' azul y blanco corresponden a la órbita de la Luna.
“A pesar de su pequeño tamaño, tiene un gran interés teórico, ya que nos confirma que este tipo de capturas temporales pueden durar varios años”, destaca a Sinc el astrónomo Carlos de la Fuente Marcos de la Universidad Complutense de Madrid, que también ha analizado la órbita de 2020 CD3. Los resultados ya los ha enviado a una revista científica.
Aunque los primeros cálculos sobre el tiempo que este asteroide lleva acompañando a la Tierra apuntaban a unos tres años, podría ser algo más: “En nuestro estudio confirmamos su estatus como miniluna, con un valor o duración de la captura más probable de cuatro años”, apunta De la Fuente.
“En realidad, ha estado con nosotros 4-2+4 años –explica–, es decir, la mediana (no el promedio) es de 4 años, pero el rango sería desde 2 hasta 8 años con una probabilidad superior al 66 %. El valor más probable es de cuatro años, pero es difícil de precisar exactamente cuántos debido a la naturaleza caótica de su evolución orbital”.
En lo que sí coinciden los científicos es que la recién descubierta miniluna pronto nos dejará. En concreto, a finales de abril. Muchos astrónomos profesionales y aficionados piensan que es una pena no haberla visto antes.
“Es sorprendente que haya llegado a alcanzar magnitud 17, 15, incluso 12 (muy luminosa y visible) durante breves períodos de tiempo, pero que no se haya descubierto hasta ahora –dice De la Fuente–. Lo más probable es que se haya detectado, pero los investigadores hayan rechazado las observaciones pensando que era un objeto artificial, algo que ahora, con los datos en la mano, no parece ser cierto”.
Para distinguir objetos artificiales de los naturales se usa el cociente entre el área efectiva y masa del objeto (AMR, en inglés), un valor que se obtiene de las observaciones. Los objetos artificiales suelen tener valores superiores a 15.
“El asteroide 2020 CD3 parece tener un valor inferior a 5 y probablemente tan bajo como 1”, comenta el astrónomo español. “Por comparar, el meteoroide 2006 RH120, que también permaneció capturado como miniluna de la Tierra durante casi un año (entre septiembre de 2006 y junio de 2007), pudo haber tenido un AMR próximo a 10, y se da por cierto que era un pequeño asteroide, no un pedazo de basura espacial”.
Encontrar un objeto temporalmente ligado a la Tierra es muy raro. De los aproximadamente un millón de asteroides conocidos, solo se ha confirmado a 2006 RH120 (también descubierto con el Catalina Sky Survey) y 1991 VG, que estuvo alrededor de la Tierra durante aproximadamente un mes.
“2020 CD3 ha estado más tiempo, pero ahora se está alejando rápidamente de nosotros”, señala De la Fuente. “Ya tiene magnitud superior a 23 (cada vez menos brillante y visible), así que para hacer estudios de espectroscopía necesitas un telescopio con un diámetro superior a 4 metros".
“En España, solo el GTC de La Palma, en Canarias, podría usarse para esta tarea, pero desafortunadamente las noches que podrían haberse utilizado tuvieron una intensa calima, muy por encima del límite de seguridad de los telescopios”, se lamenta el astrónomo.
“Respecto al tipo de objeto, se trata de un Arjuna –añade–, un asteroide con una órbita muy parecida a la de la Tierra, con muy baja excentricidad e inclinación. Su órbita cambia cada pocas décadas de la clase Atón (semieje mayor es inferior al de la Tierra) a Apolo (ese semieje es mayor que el de nuestro planeta) y viceversa, estando así en el 99 % del tiempo, aunque brevemente también podría ser como los llamados Amor o incluso Atira)".
En cuanto a su origen, 2020 CD3 “parece provenir de la población de objetos co-orbitales o casi co-orbitales de la Tierra, en particular los que siguen órbitas de herradura. Regresará a esta población de objetos a partir de primeros de mayo”.
Es probable que esta miniluna vuelva a cruzar su camino con el de la Tierra a lo largo de este siglo, pero los astrónomos no pueden precisar la fecha y la distancia exactas. De momento, seguiremos con nuestra única Luna.
— Kacper Wierzchos (@WierzchosKacper) February 27, 2020