Un nuevo estudio de la Universidad de Newcastle (Reino Unido) muestra que los granjeros que permiten que sus vacas pasten libremente en la naturaleza están produciendo una leche de más calidad, con un contenido significativamente mayor de ácidos grasos beneficiosos, antioxidantes y vitaminas que el ganado equivalente de producción intensiva. Los resultados de este estudio han sido publicados online en el Journal of Science of Food and Agriculture.
El Grupo de Granjas Ecológicas de Nafferton descubrió que las vacas que pastan en granjas orgánicas del Reino Unido producen una leche que tiene un 60% más de uno de los ácidos grasos más beneficiosos, el ácido linoleico conjugado o CLA9. Los científicos observaron tres sistemas de granja distintos: convencional de alto insumo (bien consumible empleado en la producción de otro bien), granja con certificado orgánico y no orgánica sostenible.
“El alimento del ganado tiene una gran influencia en la calidad de la leche", explicó Gillian Butler, director del proyecto en la Universidad de Newcastle. “Esta investigación demuestra claramente que en las granjas orgánicas, permitir que las vacas pasten de manera natural empleando una dieta a base de forraje, explica las diferencias entre la composición de la leche orgánica y la leche convencional”.
“Hemos demostrado que existen diferencias estacionales significativas. Los ácidos grasos beneficiosos y los antioxidantes presentan niveles más altos durante el verano, periodo en el que las vacas se alimentan de hierba fresca y tréboles”.
De acuerdo con los resultados, esta investigación va a centrarse en cómo mejorar la composición nutricional de la leche durante el invierno, cuando las vacas permanecen en recintos y se alimentan principalmente de forraje conservado.
El estudio forma parte de un proyecto paneuropeo de alimentos de bajo insumo, sanidad, protección animal y calidad de la leche, cuyo principal objetivo está dirigido a minimizar el uso de antibióticos en la producción de ésta. “Si se controla el ganado de manera natural se produce una situación beneficiosa para nosotros y para el propio ganado", afirmó Carlo Leifert, coordinador del proyecto.
Los científicos realizaron la investigación a partir de un grupo de granjas de bajo insumo en Gales (Reino Unido), que no son granjas orgánicas certificadas pero que utilizan unos métodos de producción muy similares a los de este tipo de granjas (la diferencia principal fue el uso de algún fertilizante mineral y unos períodos de retirada más cortos después del uso de los antibióticos).
Para reducir los costes, todas las vacas de estos granjeros parieron en primavera y pastaron a lo largo de la lactancia, de marzo a noviembre, lo que hizo que la leche se produjese a partir de una dieta de hierba fresca casi al 100%. La leche de estas granjas no orgánicas presentaba también unos niveles significativamente superiores de ácidos grasos deseables y antioxidantes desde el punto de vista nutricional, lo que fue consecuencia directa de la cría extensiva al aire libre y de la ingesta de forraje fresco.
“Estos sistemas de producción láctea no son frecuentes en el Reino Unido, puesto que las condiciones meteorológicas en muchas zonas del país las hacen inviables”, explicó Butler. “Por lo tanto, la leche de estas granjas no está disponible para el público, ya que se mezcla con leche procedente de sistemas convencionales durante su producción. Sin embargo, la inclusión de estos sistemas extensivos nos han permitido relacionar con claridad la diferencia entre las calidades de la leche con la dieta de las vacas lecheras”.
“Hace tiempo que creemos que la leche orgánica es mejor para nosotros, y nuestros clientes nos dicen que sabe mejor”, afirmó Gordon Tweddle, proveedor local de leche orgánica. “Es una satisfacción disponer de la explicación científica de por qué es mejor desde el punto de vista nutricional”.
Esta investigación confirma estudios anteriores realizados en el Reino Unido, que comunicaron una concentración más elevada de ácidos grasos omega 3 en la leche procedente de sistemas de producción orgánica que en la leche convencional.
Tanto el ácido linoleico, como los ácidos grasos omega 3, la vitamina E y los carotenoides han sido relacionados con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular y de cáncer. Sin embargo, aunque algunos de estos compuestos se comercializan como complemento alimenticio, a menudo contienen compuestos con una composición química diferente a los que aparecen de manera natural en la leche, lo que da lugar a una dosis equivalente de ácidos grasos “buenos” y de los “menos deseables”.
“El cambio a la leche orgánica proporciona una manera alternativa y natural de aumentar nuestra ingesta de ácidos grasos, vitaminas y antioxidantes deseables desde el punto de vista nutricional sin aumentar nuestra ingesta de ácidos grasos menos deseables y de las formas sintéticas de la vitamina E”, afirmó Butler. “En la leche orgánica, los niveles de omega 3 aumentan, pero los de omega 6 no, lo que ayuda a mejorar el índice entre los dos".
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Referencia bibliográfica:
Gillian Butler, Jacob H Nielsen, Tina Slots, Chris Seal, Mick D Eyre, Roy Sanderson, Carlo Leifert. “Fatty acid and fat-soluble antioxidant concentrations in milk from high- and low-input conventional and organic systems: seasonal variation”. Journal of Science of Food and Agriculture 88:8 (1431 – 1441). JUN 2008