Conocer las causas de la actual distribución de la diversidad biológica es un asunto complejo debido a la imposibilidad de realizar manipulaciones experimentales a gran escala espacio-temporal. Esta dificultad le otorga un valor añadido al trabajo del equipo de Andrés Baselga, investigador Parga Pondal del Departamento de Zoología de la Universidad de Santiago de Compostela, y del doctor Jorge M. Lobo, del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC-Madrid), que acaban de publicar un artículo en PLoS ONE que pone de manifiesto el efecto que el clima del pasado ha ejercido sobre los patrones actuales de la diversidad de anfibios en el mundo.
En este sentido, el resultado principal de su estudio apunta que los efectos de la estabilidad o inestabilidad del clima en el pasado son evidentes hoy en el patrón mundial de diversidad de anfibios. Como señala Andrés Baselga, eventos como las glaciaciones –cuyo último máximo data de hace 21.000 años- son factores fundamentales para explicar como se distribuye la diversidad. De ahí que la investigación contribuya al debate sobre si los factores climáticos actuales o los históricos son los responsables de la distribución actual de la biodiversidad.
A pesar de las dificultades manifiestas, se conoce desde hace mucho tiempo que el gradiente de diversidad de muchos grupos biológicos se correlaciona con la disponibilidad de energía y el clima actual. “Desafortunadamente –matiza Baselga- el clima actual y el del pasado también están correlacionados”. Es decir, actualmente la temperatura disminuye desde el ecuador hacia los polos y esta disminución también ocurría en el pasado, aunque de manera mucho más acusada en los periodos glaciares. Por ello, “se hace difícil discernir si la distribución actual de la biodiversidad refleja los profundos cambios climáticos experimentados por nuestro planeta durante el último millón de años o si, principalmente, es consecuencia de las restricciones que ahora impone el clima”, explica.
Empleando una nueva aproximación metodológica capaz de examinar la variación en los patrones de composición de especies, los autores muestran que existe un claro efecto de las glaciaciones del Pleistoceno sobre los estándares de diversidad actuales que non es atribuible a las condiciones climáticas actuales. Para lograrlo se examinó la relación entre la latitud y la inestabilidad climática (diferencia entre la temperatura actual y la de hace 21.000 años) hasta encontrar que existe un punto de inflexión en esta relación (arredor de los 37º de latitud) que se corresponde con lo que aparece en los patrones de variación de la composición de los anfibios mundiales.
Durante el Pleistoceno gran parte del hemisferio norte estuvo afectada por las glaciaciones de forma que la temperatura diminuyó drásticamente y el hielo cubría la inmensa mayoría de la superficie. Los investigadores muestran en su estudio que en esa zona (en general por encima de los 37 grados de latitud) la fauna actual de anfibios se caracteriza por una pérdida secuencial de especies hacia latitudes mayores. Esto indica que muchas especies no fueron capaces de colonizar esas regiones después de que los glaciares se retirasen, bien por limitaciones de dispersión o fisiológicas (como la no adaptación al frío). En cambio, señalan los autores, en las regiones no afectadas por las glaciaciones (latitudes menores de 37º) no existen esas pérdidas de especies secuenciales, observándose que unas especies son sustituidas por otras.
Referencia bibliográfica:
Andrés Baselga, Carola Gómez-Rodríguez, Jorge M. Lobo. "Historical Legacies in World Amphibian Diversity Revealed by the Turnover and Nestedness Components of Beta Diversity", PLoS ONE 7(2): e32341. doi:10.1371/journal.pone.0032341.
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