Un trabajo realizado por investigadores de EE UU reconoce que la segregación por sexos en la educación “aumenta los estereotipos de géneros y legitima el sexismo institucional”. Los autores afirman que los resultados del estudio, publicado esta semana en la revista Science, se pueden extrapolar a España.
Los centros educativos que separan a los chichos y a las chicas no mejoran el rendimiento académico de sus alumnos, como tradicionalmente señalan algunos estudios psicológicos.
Así lo indica un nuevo estudio, publicado en la revista Science, en el que expertos estadounidenses afirman que las escuelas por sexos "tiene consecuencias negativas, que incluyen el aumento de los estereotipos de género y el sexismo”.
Diane Halpern, profesora de psicología del Claremont McKenna College, en California (EE UU), y autora principal del estudio, reconoce que no hay ninguna investigación bien diseñada que haya encontrado que la educación diferenciada por sexos mejora el rendimiento académico de los estudiantes.
Otros estudios que obtuvieron mejores resultados para las escuelas diferenciadas por sexos no tuvieron en cuenta las diferencias preexistentes entre los alumnos que están en las escuelas de un solo sexo frente a las mixtas.
"La mayoría de estas escuelas son religiosas y privadas", explica Halpern, "y los estudiantes que asisten con mayor frecuencia son de familias que están más comprometidos con el logro académico de sus hijos y tienen mayores niveles de ingreso”.
Argumentos "erróneos"
Los argumentos basados en la idea de que las niñas y los niños necesitan diferentes tipos de educación debido a las diferencias en sus cerebros son "erróneas". "La experiencia es uno de los más grandes arquitectos del cerebro, y es probable que las diferencias cerebrales reflejen las diferencias en las experiencias de los niños y niñas” declara a SINC Diane Halpern.
“Ninguna de las diferencias encontradas por los expertos -como por ejemplo que el cerebro femenino, en promedio, se desarrolla un poco antes que el cerebro masculino-, hacen referencia a cómo las personas aprenden”, continúa la psicóloga.
El estudio ha recabado datos de informes internacionales del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA), estudios encargados por el Departamento de Educación de EE UU, datos recogidos a gran escala de Gran Bretaña, Canadá, Australia y Nueva Zelanda.
En su opinión, estos resultados se pueden extrapolar a España, que participa en el programa PISA. "No hay ninguna razón para creer que los resultados podrían variar en este caso”, confirma Halpern.
Los expertos implicados en este estudio instan a los responsables políticos a “ignorar las anécdotas sobre los beneficios de la educación separada por sexos y buscar su lugar en los datos científicos que se debe utilizar para la formulación de políticas. La política educativa debe basarse en pruebas científicas”.
Referencia bibliográfica:
Diane F. Halpern, Lise Eliot, Rebecca S. Bigler, Richard A. Fabes, Laura D. Hanish, Janet Hyde, Lynn S. Liben, Carol Lynn Martin. “The Pseudoscience of Single-Sex Schooling”. Science 333, 23 de septiembre de 2011.