La crisis pone freno a las donaciones de órganos

El 'clima de pesimismo’ social generado por la crisis podría ser la causa del descenso en las donaciones en 2010. Así lo ha afirmado Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), durante el Foro España Innova que se ha celebrado esta mañana en Madrid. En 2010, se registraron 1.502 donaciones, respecto a las 1.605 de 2009.

La crisis pone freno a las donaciones de órganos
Imagen de un transplante de hígado. Imagen: HVR

Rafael Matesanz considera “muy preocupante” el aumento de las negativas familiares en las donaciones, aunque confía en que se trata de un hecho “pasajero” y que la situación “se estabilizará”. “Algo muy bueno” es que la crisis de la construcción ha supuesto “la disminución de los traumatismos craneoencefálicos”, -que ha influido también en el descenso de donantes-, ha recalcado el director de la ONT.

Según Matesanz, el aumento de las donaciones de personas mayores ha compensado la disminución de las procedentes de accidente de tráfico desde la aplicación de la Ley de Seguridad Vial en 2005. En 2010, estas últimas supusieron un 5% del total de las donaciones, mientras que en 1992 ascendían al 45%. Matesanz ha asegurado que España sufriría una crisis ‘total’ de donaciones si no contara con las donaciones de personas de más de 60 años.

Los datos de 2010 señalan un incremento de la edad de los receptores. “Hoy estamos haciendo trasplantes a gente de más de 80 años”, ha afirmado Matesanz. Pero “hay dificultades para encontrar donantes para personas jóvenes", como fue el caso del trasplante multiorgánico realizado en un niño de cuatro años a finales de diciembre de 2010.

Durante el primer semestre de 2011 tendrá lugar el primer trasplante del ‘buen samaritano’ o donación de órganos en vivo por anonimato. Por ahora, ya son 26 las personas a la espera de donar un riñón en vida a un desconocido.

Mejor calidad de vida

Un reciente estudio ha comparado la supervivencia de los trasplantes renales realizados en España y EE UU. El resultado demuestra que, diez años después de la operación, las probabilidades de supervivencia y la aceptación del injerto son superiores en los pacientes españoles que en los norteamericanos. Esto se debe al “seguimiento de la evolución de los pacientes por parte de los especialistas y al funcionamiento general del sistema sanitario”, ha argumentado Rafael Matesanz.

Fuente: SINC
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