Las investigadoras Amaia Iza-Mendia, Isabel Gutiérrez y Beatriz Pereda del centro tecnológico CEIT-Ik4 (Guipúzcoa); junto con Alazne Altuna, de Fundiciones WEC (Álava), han recibido el Charles Hatchett Award 2014, el premio internacional más prestigioso que otorga el Institute of Materials, Minerals and Mining (IOM3) de Reino Unido "al trabajo científico-tecnológico más completo e innovador relacionado con el niobio y sus aleaciones".
El Institute of Materials, Minerals and Mining (IOM3) de Reino Unido ha otorgado el premio Charles Hatchett Award 2014 a las investigadoras Amaia Iza-Mendia, Isabel Gutiérrez y Beatriz Pereda del centro tecnológico CEIT-Ik4 (Guipúzcoa); junto con Alazne Altuna, de Fundiciones WEC (Álava).
El galardón, que premia el mejoramiento del acero como material tecnológico del siglo XXI, ha destacado los avances de estas científicas en este campo como "el trabajo científico-tecnológico más completo e innovador relacionado con el niobio y sus aleaciones".
El estudio premiado forma parte de una extensa investigación para conseguir metales más competitivos proporcionando nuevas pautas a los aceros y mejorando sus propiedades frente a las alternativas disponibles hoy en día: “Tenemos que tener en cuenta que a la hora de seleccionar un material, por ejemplo para la carrocería de los coches, se consideran aspectos como sus propiedades, precio, impacto medioambiental, su reciclabilidad, etc.”, según destacan las responsables del trabajo.
En este sentido, las investigadoras advierten que, “el incremento progresivo de las normas en materia de seguridad, las restricciones en las de emisiones de CO2 y el impulso por construir más alto, más grande o más esbelto son factores que cada vez tiene mayor peso en múltiples sectores (automoción, energía, construcción,…) y dichos desafíos terminan transfiriéndose al mundo de los materiales por desarrollar soluciones capaces de responder a los retos planteados”.
Aleación de 'alta cocina'
Para explicar trabajo desarrollado les gusta emplear un símil gastronómico: “El niobio, como elemento químico, se adiciona en el acero en forma de microaleación, es decir, en una proporción similar a la de la sal en un guiso”, puntualizan, “y como la sal, ayuda a lograr una mejora sustancial de las propiedades siempre y cuando el proceso de elaboración haya sido el adecuado. Por eso la metalurgia hoy en día se asemeja a un ejercicio de alta cocina en el que la investigación pretende proporcionar nuevas pautas para lograr aceros más competitivos frente a las alternativas disponibles hoy en día”, concluyen estas expertas.
Las cuatro investigadoras premiadas recibirán el acreditado galardón en un acto que se celebrará, el próximo 15 de julio, en la sede central del Instituto en Londres y donde, además, está programado un simposio para la presentación del trabajo distinguido ante un selecto plantel de investigadores internacionales.