El Instituto de Tecnología Cerámica participa en un proyecto europeo de cuatro años de duración titulado: “Smart release of biocides in finishing materials for the sector of construction”, dedicado a investigar diversos procedimientos de liberación controlada de biocidas, es decir, principios activos que impiden el crecimiento y/o eliminan organismos biológicos, como bacterias, hongos, algas, que provocan un deterioro estético y funcional de los materiales de construcción (pinturas, escayolas, baldosas cerámicas,etc.)
Para conseguir que los materiales de construcción tengan una elevada bio-resistencia es necesaria la adición de biocidas. Las dos principales razones por las que se emplean son, por un lado, para evitar el efecto negativo de los microorganismos en la durabilidad de los materiales de construcción y por otro, para evitar el efecto antiestético y poco saludable de las superficies colonizadas por microorganismos (algas, hongos y bacterias).
Sin embargo, el uso de biocidas de un modo tradicional no soluciona los problemas asociados a la contaminación biológica, ya que los recubrimientos en el sector de la construcción presentan normalmente una bioresistencia entre 0.5 y 2 años, cuando en la práctica se exige una durabilidad mínima de los materiales de construcción de 10 años. Esto obliga a realizar reformas tempranas.
Además, el uso de biocidas está cada día más restringido por la aparición de nuevas normativas internacionales en materia de medioambiente y salud pública.
Este proyecto pretende abordar el problema desde otro enfoque, desarrollando mecanismos de liberación controlada de los biocidas, es decir, sólo cuando sea necesario y en respuesta a un determinado estímulo generado por los microorganismos. Esta investigación es pionera en el campo de los materiales de construcción y permitirá aumentar la vida útil de estos materiales y reducir el consumo de biocidas, de acuerdo a las nuevas normativas internacionales.
Este proyecto está constituido por 15 entidades, entre ellas la Universitat Jaume I de Castellón, además de otras universidades, empresas y centros de investigación, procedentes de España, Holanda, Bélgica, Italia, Grecia y Alemania. Estas entidades abarcan toda la cadena de valor de los materiales de construcción.