A tres semanas de haber empezado las nuevas excavaciones en el yacimiento de Barrihonda-El Humero en Riodeva (Teruel), el equipo de paleontólogos ha encontrado nuevos restos fósiles, y uno especial: una vértebra gigante. Aunque los científicos confirmarán el próximo año a qué animal perteneció, todo apunta a Turiasaurus riodevensis, ya considerado el dinosaurio más grande de Europa. Además, los investigadores han encontrado una pata trasera casi completa de un dinosaurio no registrado hasta ahora en el yacimiento.
Los fósiles hallados hace dos semanas en el yacimiento turolense ya están en el laboratorio para su preparación y posterior estudio. El procedimiento es lento y hasta que la campaña de excavación no termine a finales de julio, los paleontólogos no empezarán a tratarlos. Según explican, “todo dependerá del número de huesos que se encuentren”.
“Lo raro es que hayan salido tantas cosas desde que empezamos esta campaña”, apunta a SINC Luis Alcalá, director gerente de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis. Pero es “una gran noticia” para los paleontólogos que esperan recuperar más huesos del gigante Turiasaurus riodevensis encontrado en 2003.
La vértebra de grandes dimensiones que acaban de encontrar podría pertenecer al dinosaurio gigante de Riodeva, y “posiblemente sea de su cola, ya que ha aparecido cerca de los otros restos de Turiasaurus”, apunta Alcalá. Para que los huesos no se deterioren en la extracción y el transporte, los fósiles se sacan en grandes bloques dentro de una matriz, por lo que es una primera valoración de los paleontólogos.
Fósiles del dinosaurio gigante hallados en Teruel y expuestos en el Museo Paleontológico de Dinópolis (Teruel).
Pero lo que ha supuesto una sorpresa para los científicos es el hallazgo, además de la vértebra, de una pata trasera casi completa de un dinosaurio que hasta ahora no se había registrado en el yacimiento. Los restos encontrados no pertenecen a Turiasaurus, ni a un estegosaurio, ni a carnívoros pequeños ya encontrados en Riodeva. “Esta nueva pata corresponde a un dinosaurio del grupo de los ornitópodos y habrá que ver cuál es”, señala el director de la Fundación.
Aunque los restos hallados animan al equipo para seguir buscando, el principal objetivo es completar el registro del gigante con el cráneo, un fémur y las vértebras de la cola. Además, los paleontólogos esperan encontrar más individuos, pues hasta ahora los huesos pertenecen a cuatro o cinco dinosaurios diferentes. “Encontrar más restos nos permitiría reconstruir mejor el ecosistema de la época”, asevera Alcalá.
¿Cómo murió el dinosaurio gigante?
Desde 2003 los investigadores han completado el 45% del esqueleto de Turiasaurus riodevensis. Los últimos hallazgos estudiados se realizaron en agosto de 2007 en este mismo yacimiento, donde se recuperaron grandes huesos de la cadera (dos pubis de hasta 1,3 metros, y dos ilion de la cintura pélvica). En el laboratorio, los paleontólogos descubrieron que bajo estos huesos también se encontraba el pie izquierdo completo del dinosaurio con una uña de 30 centímetros de largo.
La confirmación hace unas semanas de estos hallazgos permite a los científicos aportar evidencias de la actividad de los carnívoros sobre el esqueleto del dinosaurio gigante. El equipo de Luis Alcalá identificó perforaciones en los huesos de la cadera causados por las mordeduras de diferentes carnívoros, y en especial de uno de grandes dimensiones. A esto se añade el diente de casi 10 centímetros de un gran carnosaurio encontrado en un yacimiento próximo. En la campaña de 2009, los paleontólogos esperan también encontrar más pistas que expliquen las causas de la muerte de este gigante europeo.
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