Graban por primera vez cómo el VIH crea un 'caballo de Troya' para infectar al organismo

Investigadores del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa y el Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) han registrado, por primera vez en vivo, cómo el virus del sida utiliza las células dendríticas del sistema inmunitario como un 'caballo de Troya' para infectar al organismo. Conocer esta vía de entrada del VIH puede ayudar a desarrollar nuevas estrategias terapéuticas para combatir la enfermedad.

El VIH y su 'caballo de Troya'. Imagen: IrsiCaixa/ICFO.

Investigadores del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa y el Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) han registrado, por primera vez en vivo, cómo el virus del sida utiliza las células dendríticas del sistema inmunitario como un 'caballo de Troya' para infectar al organismo. Conocer esta vía de entrada del VIH puede ayudar a desarrollar nuevas estrategias terapéuticas para combatir la enfermedad.

El desarrollo de nuevas técnicas de microscopía ha permitido a investigadores del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa –impulsado por la Obra Social La Caixa y el Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya– y del Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) visualizar por primera vez imágenes en movimiento que muestran como el virus del sida, el VIH, penetra dentro de unas células del sistema inmunitario denominadas células dendríticas.

Una vez dentro, estas se convierten en un 'caballo de Troya' que facilita la proliferación de la infección dentro del organismo de forma rápida. Conocer esta vía de entrada puede resultar esencial en el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas para combatir el VIH.

La investigación, publicada recientemente en la revista Traffic, ha sido liderada por los científicos Javier Martínez-Picado de IrsiCaixa y María García-Parajo del ICFO, ambos ICREA. Por motivos de seguridad se han empleado virus VIH modificados para poder utilizarlos en instalaciones convencionales de microscopía.

Las imágenes obtenidas muestran que, en primer lugar, los VIH que se van acercando a la célula dendrítica y se ubican todos en un mismo sitio sobre la superficie exterior de la membrana. Después, se observa como la célula interioriza estos virus y los ubica todos dentro de una vesícula.

Utilizando técnicas punteras en el área de la biofotónica, el estudio facilita imágenes inéditas de este movimiento, y también describe los diferentes tipos de fenómenos físicos que facilitan esta penetración.

Objetivo: linfocitos T CD4

Si un patógeno entra en nuestro organismo, las células dendríticas juegan un papel clave en la activación de la respuesta inmunitaria. Su función consiste en patrullar en el organismo y capturar los agentes infecciosos que nos invaden. En condiciones normales, una vez que las dendríticas han capturado patógenos como el VIH, las células maduran y son capaces de degradarlos y de presentarlos a su principal diana: los glóbulos blancos. En concreto a los linfocitos T CD4, que generan entonces anticuerpos específicos ante el agente invasor.

Sin embargo, el nuevo descubrimiento ofrece nuevas pistas sobre como el VIH puede entrar dentro de las células dendríticas sin ser degradado y hacer proliferar la infección, escapando de la ruta habitual de degradación de patógenos.

Cuando las células dendríticas cargadas de virus entran en contacto con los linfocitos T CD4, en lugar de presentar virus degradados, los liberan al exterior e infectan de forma altamente eficiente a esos linfocitos, las principales dianas de la infección por VIH.

De esta forma, las dendríticas actúan como verdaderos 'caballos de Troya', y su contacto con los linfocitos T CD4, que en un principio tendría que favorecer el establecimiento de una respuesta inmunitaria adecuada contra el virus, se convierte en un escenario ideal para la infección de nuevas células y la progresión de la enfermedad.

Además, el estudio también muestra que los 'caballos de Troya' se pueden formar con virus procedentes de células infectadas por VIH productores de más virus, y que los transmiten enteros hacia las células dendríticas. Conocer a fondo este mecanismo es un primer paso para desarrollar futuras estrategias terapéuticas capaces de bloquearlo.

Fuente: IrsiCaixa
Derechos: Creative Commons
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