El segundo de los satélites meteorológicos operacionales europeos, MetOp-B, se ha lanzado hoy desde el Cosmódromo de Baikonur (Kazajstán). Sus datos, tomados desde una órbita polar, facilitarán el trabajo de los servicios de predicción meteorológica y monitorización del clima.
Un lanzador Soyuz ha despegado esta tarde a las 18h28 (hora peninsular española) desde el Cosmódromo de Baikonur, en Kazajstán, con el último de los satélites europeos. Se trata de MetOp-B, el segundo de los tres que componen el programa de satélites Meteorológicos Operacionales (MetOp).
Esta iniciativa, desarrollada por la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Organización Europea para la Explotación de los Satélites Meteorológicos (EUMETSAT), proporciona servicios para monitorizar el clima y mejorar las predicciones del tiempo. El objetivo es observar la Tierra de forma ininterrumpida hasta, como mínimo, el año 2020 desde una órbita polar.
MetOp-B pesa unas cuatro toneladas (931 kg de carga útil) y mide 6,2 x 3,4 x 3,4 m bajo la carena (protector para el ascenso) del lanzador, aunque cuando opere en órbita con sus paneles desplegados tendrá unas dimensiones de 17,6 x 6,5 x 5,2 m.
La ESA es la responsable de que el satélite llegue a la órbita prevista y de que todos sus sistemas funcionen correctamente antes de traspasar su control a EUMETSAT -con sede en Darmstadt (Alemania)-, responsable de sus operaciones. La nave rodeará la Tierra a 817 kilómetros de altura con un periodo de 101 minutos.
El satélite MetOp-B continúa el trabajo de MetOp-A, lanzado en 2006. Estos satélites transportan una gran cantidad de instrumentos de precisión para monitorizar parámetros como la temperatura, la humedad, la velocidad del viento, así como sus efectos sobre los océanos y las concentraciones de ozono y otros gases atmosféricos.
Como MetOp-A continúa operativo, los dos satélites trabajarán en tándem, una configuración que permitirá obtener todavía más datos sobre el clima de la Tierra.