Los datos generados por la misión CryoSat de la Agencia Espacial Europea (ESA) ya están disponibles de forma gratuita para la comunidad científica. Esta información ayudará a comprender mejor el papel que juega el hielo en la regulación del clima de la Tierra.
La publicación de los datos sobre el espesor del hielo en las regiones polares de la Tierra que ofrece la misión CryoSat pone fin a la espera que mantenía la comunidad científica desde 2005, cuando se perdió el satélite CryoSat original tras un fallo en el lanzamiento. El responsable de la misión CryoSat para la ESA, Tommaso Parrinello, anunció la publicación de los resultados durante el taller de validación de los datos de CryoSat que se está celebrando estos días en el centro ESRIN de la ESA en Frascati, Italia.
“Estamos muy satisfechos de poder presentar estos datos tan sólo unas semanas después de la entrada en servicio del satélite. A partir de hoy, la comunidad científica internacional podrá acceder de forma sencilla y gratuita a todos los datos generados por CryoSat, que se irán integrando en un archivo que será de crucial importancia para evaluar el impacto del cambio climático sobre el volumen de hielo en nuestro planeta”, señala Parrinello.
Gracias a las observaciones de otros satélites, los científicos ya sabían que la extensión de la banquisa ártica está disminuyendo, pero CryoSat completará sus estudios aportando datos sobre el espesor del hielo y su variación temporal. CryoSat es capaz de medir con gran precisión el espesor tanto del hielo marino como el de las grandes capas que cubren Groenlandia y la Antártida. Al combinar los mapas de la extensión del hielo con las medidas de su espesor, se podrá calcular la variación del volumen de hielo en la Tierra.
Datos facilitados con rapidez
Tanto el satélite CryoSat-2, lanzado en abril del año pasado, como el centro de procesado de datos han demostrado estar funcionando a pleno rendimiento. El profesor Duncan Wingham del University College de Londres afirma: "El que los datos se hayan publicado tan poco tiempo después del lanzamiento es una buena muestra del excelente trabajo realizado por el equipo de la ESA. La misión está generando datos con una precisión asombrosa; ahora es el momento de ver cómo se traducen en resultados científicos”.
CryoSat está equipado con un sofisticado altímetro radar capaz de medir el espesor del hielo marino con una precisión de unos pocos centímetros y de detectar cambios en las grandes capas de hielo que cubren Groenlandia y la Antártida, especialmente cerca de los bordes donde se desprenden los icebergs. La gran inclinación de su órbita le permite acercarse a los polos mucho más que cualquier otra misión.
Un aspecto fundamental para medir con precisión el espesor del hielo marino es la capacidad para diferenciar los ecos radar producidos por los estrechos canales de agua o ‘polinias’ que surcan la banquisa.
Los primeros resultados de la misión también han demostrado que los datos de CryoSat pueden ayudar a comprender mejor cómo varía la circulación oceánica en el Ártico a medida que se retrae el hielo. Gracias a la gran inclinación de la órbita de CryoSat, que le lleva sobre latitudes de hasta 88°, se han completado los mapas de la ‘topografía dinámica del océano’. Estos mapas representan el nivel del mar sobre el geoide (la superficie media teórica de un océano global, en ausencia de oleaje, mareas o corrientes).