El recorte de gasto público en países en desarrollo obstaculiza la reducción de la pobreza

El recorte del gasto público es el principal determinante de que 71 de 88 países “en desarrollo” que acogen a más del 70% de la población mundial, es decir, 8 de cada 10 países, estén muy lejos de conseguir la meta de reducción de la pobreza que la ONU se fijó en los Objetivos del Milenio. En 2002, vivían bajo el umbral de la pobreza 225,7 millones de personas más que la cantidad acorde con la meta de reducir a la mitad el porcentaje de pobreza en 2015 respecto a los niveles de 1990. éstas son las conclusiones que aparecen en el último Boletín de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El recorte de gasto público en países en desarrollo obstaculiza la reducción de la pobreza
Una de las múltiples protestas mundiales por la distribución desigual de la riqueza y su explotación por los países del hemisferio norte. Foto: Lorena Bynocomalike (Creative Commons).

El estudio publicado en el Boletín de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reunido datos sobre los niveles pobreza y las variables que influyen en su reducción en diversos momentos, entre 1990 y 2002, y ha comparado los primeros con el objetivo que debería haber logrado cada Estado en cada fecha para alcanzar la meta final de 2015.

Los gobiernos de 71 países (ocho de cada diez estudiados) “no tienen las condiciones que tendrían que tener para conseguir esta meta, el resto sí podrían estar en camino de lograrla”, declara a SINC Diana Gil, coautora del estudio y profesora en la Universidad de Alicante. Uno de cada cuatro habitantes de los países empobrecidos vive bajo el umbral de la pobreza, lo que supone el 19,4% de la población mundial.

Los Estados “estancados” se concentran en África y Centroamérica; los más pobres, en Sudamérica y Asia meridional. Según la investigadora, sólo estarían bien encaminados a conseguir el objetivo algunos países de Asia (con un modelo productivo muy intenso) y algunos de Latinoamérica.

Según se desprende del análisis de las diferentes variables, la principal causa de fracaso es la reducción del gasto público per cápita total que los gobiernos de estos países han realizado en educación, sanidad e infraestructuras, en el marco de una economía globalizada. “Los países con menor gasto público tienen diez veces menos posibilidades de alcanzar el objetivo del milenio que los que tienen un mayor gasto”, explica Gil.

La reducción del gasto público ha sido una tendencia mundial y ha sido impuesta a los Estados por organismos públicos como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial “con el objetivo de potenciar su economía”, pero “estas políticas económicas generan desigualdad y pobreza”, señala la investigadora.

Otra variable que según el estudio tiene una gran influencia sobre la consecución de este objetivo es el “equilibrio económico de un Estado”, es decir, la capacidad que tiene cada país para generar ahorro y la diferencia entre sus exportaciones y sus importaciones. Junto a ella, el tercer parámetro que según el análisis tiene una relación muy estrecha con los niveles de pobreza es la disparidad entre los ingresos de los hogares en un país.

El estudio revela que “existen problemas políticos y económicos que dificultan la consecución de estos objetivos y que no están siendo abordados”, concluye Gil.

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Referencia bibliográfica:
Marco Palma Solís, Diana Gil González, Carlos álvarez Dardet, María Teresa Ruiz Cantero. “Political and social context of not attaining the Millennium Development Goal to reduce poverty”. Bulletin of the Health World Organization 86 (10) :772-779, OCT, 2008.

Fuente: SINC
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