Un equipo de astrónomos ha publicado un estudio exhaustivo sobre la calidad del cielo en el Observatorio de Calar Alto (Almería). Este trabajo amplía, complementa y confirma una investigación anterior centrada en la luz visible y en el infrarrojo, que hace de esta instalación astronómica una buena candidata para ubicar en el futuro grandes telescopios.
Los datos en los que se basa el estudio se obtuvieron con dos de los telescopios del Observatorio de Calar Alto y dos cámaras infrarrojas diferentes, a lo largo de los últimos cuatro años. De este modo ha sido posible efectuar un análisis completo del brillo del cielo en tres "colores" infrarrojos (o bandas J, H y K) para diagnosticar la calidad del cielo y sus cambios estacionales sobre la base de un conjunto de datos de gran calidad y estadísticamente significativo.
Una buena parte de las medidas de brillo del fondo de cielo se obtuvieron a partir de imágenes tomadas en el marco de uno de los proyectos científicos más destacados de los que se están desarrollando en Calar Alto: el reconocimiento cosmológico ALHAMBRA.
Los autores de este trabajo, dirigido por Sebastián Sánchez, concluyen que "Calar Alto es tan oscuro en el infrarrojo cercano como la mayoría de los demás emplazamientos astronómicos mundiales con los que se puede comparar".
Aún más, en las bandas J y H "Calar Alto se encuentra entre los observatorios más oscuros del mundo", y en la banda K "su brillo de cielo es manifiestamente comparable con la mayoría de lugares de interés astronómico, con la excepción de Mauna Kea".
Otro resultado se refiere a la contribución instrumental al brillo infrarrojo en la banda K, que resulta ser realmente reducida en comparación con el brillo natural del cielo. El artículo hace referencia también a la turbulencia del aire y su impacto sobre la definición de las imágenes astronómicas (lo que se suele denominar seeing).
Los autores concluyen que la contribución de las cúpulas, los telescopios y los instrumentos a la degradación de la calidad de las imágenes ronda apenas un 10%, lo cual indica que la instrumentación saca buen partido de la buena calidad intrínseca de las condiciones naturales en la montaña.
El estudio termina con una evaluación de la fracción del tiempo útil para observaciones astronómicas, y arroja conclusiones totalmente compatibles con los análisis anteriores, lo que implica que alrededor de un 70% del tiempo resulta aprovechable para el trabajo científico en Calar Alto.
Luz visible e invisible
La oscuridad y la calidad del cielo en el Observatorio de Calar Alto destaca no sólo para la observación astronómica con luz visible, sino también en el infrarrojo. Un estudio reciente basado en un extenso conjunto de datos demuestra que la cumbre del Calar Alto ocupa uno de los puestos más destacados entre los observatorios astronómicos más oscuros en el infrarrojo.
La astronomía moderna no se basa solo en la luz visible. La tecnología actual permite estudiar el universo también gracias a las emisiones que los cuerpos celestes nos envían en las regiones invisibles del espectro electromagnético, como la luz ultravioleta e infrarroja, o las ondas de radio.
El arco iris muestra todo el abanico de colores de la luz visible: las longitudes de onda cortas (violeta, azul), medias (verde, amarillo) y largas (naranja, rojo) se pueden combinar para producir luz blanca. Pero las estrellas emiten "luz" con longitudes de onda mayores incluso que la correspondiente al color rojo.
Una radiación más roja que el rojo
Esta luz "más roja que el rojo" se suele denominar radiación infrarroja. No se percibe con la vista, pero las cámaras y detectores modernos sí la captan. El estudio de la radiación infrarroja que viene del espacio brinda una cantidad formidable de información sobre el nacimiento de las estrellas, galaxias remotas, la estructura del universo y mucho otros problemas fascinantes de la astrofísica contemporánea.
Por esta razón, muchas instalaciones astronómicas de vanguardia dedican buena parte de su tecnología y de su tiempo al estudio del universo en la parte infrarroja del espectro. Y disponer de un cielo de gran calidad en el infrarrojo resulta imprescindible para ello.
El Observatorio de Calar Alto, con su batería de telescopios y equipos anejos, sigue siendo la instalación astronómica más importante sita en el continente europeo. Los autores de este estudio concluyen que "este observatorio constituye un buen candidato para ubicar en el futuro grandes telescopios que trabajen con luz visible y en el infrarrojo cercano".
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Referencias bibliográficas:
S.F: Sánchez et al, Publications of the Astronomical Society of the Pacific, 120:1244–1254, 2008.
S.F. Sánchez et al, Publications of the Astronomical Society of the Pacific, 119:1186–1200, 2007.
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