El valle del Guadalentín, en el entorno de la ciudad murciana de Lorca, se hunde a razón de 100 milímetros al año, elevando el riesgo de impacto económico, de inundación y daños en las infraestructuras de la zona, que presenta la mayor subsidencia del terreno por extracción de agua de toda Europa. Así lo señalan las investigaciones geológicas realizadas por científicos de la Universidad de Alicante y otros centros españoles.
Murcia es la ciudad donde más daños ha habido a principios de los años noventa del siglo XX, con cincuenta millones de euros en costes de reparación debido al hundimiento de la tierra por la sobreexplotación de aguas subterráneas. Es lo que se denomina subsidencia del terreno. Científicos como Roberto Tomás Jover, investigador del Departamento de Ingeniería Civil de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Alicante (UA), alertan sobre el riesgo que para España supone esa subsidencia.
El progresivo hundimiento de la superficie se debe a la extracción masiva de agua desde el subsuelo. Esta extracción genera la consolidación de suelos, dando lugar a asientos del terreno que pueden afectar a las infraestructuras apoyadas en el mismo. El Valle del Guadalentín, en Lorca, es la zona de Europa más afectada por este problema, al que sigue, en el ámbito de la geografía española, Murcia. La sequía que asoló la región de Murcia entre los años 1995 y 2008, unida a la sobreexplotación del acuífero dejó este problema en el área metropolitana.
Ahora, el último estudio publicado por el grupo de investigación que lidera Tomás Jover constata cómo, en los últimos años, el terreno ha ido subiendo gracias a la recuperación del nivel del acuífero, al dejar de extraer agua. Los datos aparecen publicados en un artículo de la revista científica Hydrogeology Journal. El levantamiento del suelo, en cambio, acarrea otro tipo de problemas. "Un asiento de más de 2,5 centímetros ya es un problema; otro es el hecho de que no asiente todo por igual", dice el investigador, con la consiguiente desviación en altura de una fachada a otra de un mismo edificio. El estudio analiza la recuperación de aguas subterráneas que ha ocurrido desde 2008 y, a continuación, determina la razón de la deformación de tierra ocasionada.
El científico cita el caso de la iglesia de Santa Justa y Rufina en Orihuela como ejemplo, de la que dice "se tuvo que recalzar" por el problema de subsidencia. Su equipo está estudiando, desde el año 2003, la subsidencia del terreno o progresivo hundimiento de una superficie en las Vegas Baja y Media del Segura. En España existen numerosas regiones afectadas por este fenómeno, especialmente en el sur y sureste, donde la demanda de agua es elevada mientras que los recursos hídricos son más escasos y, por tanto, el déficit de agua se suple con aguas subterráneas.
De todos los casos en estudio, el más alarmante es el del Valle del Guadalentín, en Lorca, ya que presenta la mayor subsidencia del terreno por extracción de agua de toda Europa. De hecho se hunde a razón de 100 milímetros al año, según los resultados publicados en la revista Engineering Geology. Le sigue Murcia, con unos valores de hasta 7 milímetros por año.
Otros casos de estudio son Orihuela, con valores registrados de 5 milímetros al año; el norte de Madrid, donde se da subsidencia durante periodos de extracción, que se recupera casi totalmente cuando cesa el bombeo; y algunas zonas de Barcelona, como son El Vallés y Santa Perpetua de Mogoda, con tasas máximas de 6-10 milímetros al año.
Los expertos han realizado un estudio mediante Interferometría SAR (INSAR), técnica que permite detectar con precisión milimétrica desplazamientos de la superficie de la tierra a lo largo del tiempo gracias al uso de sensores remotos sobre plataforma espacial, es decir, tomando datos desde satélites que orbitan a más de 700 kilómetros de distancia de la tierra. En concreto para este caso, han empleado satélites de la Agencia Espacial Europea (ESA) y de la Agencia Espacial Alemana (DLR).
Los trabajos de subsidencia del terreno que han llevado a cabo en España se han desarrollado gracias a la colaboración entre los grupos de investigación de la UA de Ingeniería del terreno y sus Estructuras (INTERES), dirigido por Roberto Tomás Jover; Señales, sistemas y telecomunicación, al frente del cual está Juan Manuel López Sánchez; Geohazards InSAR laboratory and Modelling Group, dirigido por Gerardo Herrera del Instituto Geológico y Minero de España (IGME); la Unidad Asociada de investigación de movimientos del terreno mediante interferometría radar (UNIRAD), entre la UA y el y el Instituto Geológico y Minero de España (IGME), que dirige Gerardo Herrera por el IGME y Roberto Tomás por la UA, y del que también forma parte Juan Manuel López. También participan en proyectos internacionales.
Un problema medioambiental, económico, logístico mundial
La subsidencia del terreno tiene un gran impacto económico, puesto que puede afectar a infraestructuras lineales, como son el AVE, carreteras, etcétera, y a edificios. Además, al descender la superficie del terreno, aumenta el riesgo de inundación; en ciudades próximas al mar el efecto es aún más perjudicial si encima sumamos el efecto de elevación del nivel de agua por el cambio climático.
Las deformaciones inducidas por la subsidencia del terreno también producen grietas en la superficie del terreno de gran longitud (algunas kilométricas) que pueden afectar a multitud de infraestructuras. Dada la importancia del problema, la UNESCO creó el Working Group on land Subsidence, del que es miembro el investigador de la UA.
En el mundo existen más de ciento cincuenta grandes ciudades afectadas por el fenómeno de la subsidencia del terreno, confirma el investigador. Uno de los ejemplos es China. "Es un problema muy importante, dado que afecta a más de cuarenta y cinco ciudades abarcando aproximadamente un área de 49,000 km2", señala Tomás Jover.
Precisamente, sobre la subsidencia en este país, los investigadores de la UA han realizado en el marco de una colaboración con investigadores de la Universidad de Newcastle (UK), el GFZ German Research Centre y diversos centros de investigación de China un trabajo sobre Pekín, publicado en la revista Remote Sensing.
Otros ejemplos son México, con valores registrados de hasta 280 milímetros por año, el Valle de San Joaquín (Estados Unidos), con subsidencia de hasta 270 milímetros por año y Yakarta, con valores de hasta 260 milímetros por año, donde superan los datos detectados en Pekín.
Referencias bibliográficas:
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Bonì, R., Herrera, G., Meisina, C., Notti, D., Béjar-Pizarro, M., Zucca, F., González, P.J., Palano, M., Tomás, R., Fernández, J., Fernández-Merodo, J.A., Mulas, J., Aragón, R., Guardiola-Albert, C., Mora, O. (2015). Twenty-year advanced DInSAR analysis of severe land subsidence: the Alto Guadalentín Basin (Spain) case study.Engineering Geology,198, 40–52.
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