Los genes que controlan las asimetrías en caracoles son similares a los que determinan las diferencias entre los lados izquierdo y derecho del cuerpo en los seres humanos. El hallazgo, que aparece publicado en el último número de la revista Nature, tiene implicaciones evolutivas puesto que, hasta el momento, sólo se habían descrito genes de estas características en vertebrados y grupos muy cercanos. La constatación de su presencia en los caracoles indica que el ancestro común a todos los organismos bilaterales ya se servía de esta estrategia. El trabajo desvela asimismo nuevos datos sobre los genes que regulan la dirección que sigue la espiral de las conchas de caracoles.
La investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Cristina Grande, que participa en este estudio realizado íntegramente en la Universidad de Berkeley (EE UU), contextualiza la investigación: “La mayoría de los animales presentan asimetrías tanto en sus órganos internos -por ejemplo, el corazón se encuentra en el lado izquierdo-, como en algunos de sus caracteres externos”.
Estudios previos habían identificado varios genes implicados en la determinación de estas diferencias. Uno de ellos, el gen nodal, fue elegido por los investigadores por ser uno de los principales responsables en su formación.
Hasta esta investigación, explica Grande, los trabajos científicos indicaban que el gen nodal sólo estaba presente en deuteróstomos, uno de los tres grandes grupos taxonómicos empleados para clasificar a los animales y que incluye a vertebrados y otros grupos relacionados, como estrellas de mar o erizos. Este hecho sugería que animales incluidos en los otros dos grupos, como gusanos, caracoles o insectos, utilizaban estrategias diferentes para romper la simetría corporal.
“Nuestros resultados muestran, sin embargo, que el gen nodal está presente en caracoles, miembros del grupo de los lofotrocozoos junto con otros organismos marinos, y que es responsable de originar diferencias morfológicas en ambos lados del cuerpo de estos invertebrados”, añade la investigadora del CSIC. Esta conclusión, según los autores, indica que el ancestro común a todos los organismos bilaterales ya disponía del gen nodal, así como de la ruta de señalización que activa.
Dirección de las conchas de los caracoles
La investigación también aporta nuevos datos sobre los genes que regulan la dirección sobre la que gira la espiral que forma las conchas de los caracoles, divididos en dos grupos: las que se enrollan de izquierda a derecha (dextrógiras) y las que lo hacen en el sentido contrario (legóviras). Hasta el momento, según los autores, se desconocían los genes y mecanismos moleculares responsables de estas asimetrías.
Grande amplía esta idea: “Los resultados del trabajo muestran que nodal y su diana pitx actúan exclusivamente en la parte derecha de los caracoles dextrógiros, y en el lado opuesto en el caso de los legóviros. Asimismo, cuando se bloquea su señalización se obtienen caracoles con conchas lisas, sin formar espirales”. Y añade: “son datos que constituyen un buen punto de partida para entender este proceso complejo y que ha interesado a los biólogos durante décadas”.
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Referencia bibliográfica:
Cristina Grande y Nipam H. Patel, "Nodal signalling is involved in left–right asymmetry in snails", Nature, doi:10.1038/nature07603.