Investigadores de la UNED han estudiado qué ocurre en la corteza cerebral de las personas transexuales, algo que no se había analizado hasta el momento. El trabajo, publicado en Cerebral Cortex, revela evidencias de feminización en la corteza de los hombres que viven con otra identidad sexual, mientras que las mujeres transexuales se diferencian en estructuras subcorticales cerebrales.
Para profundizar en las raíces biológicas de la transexualidad, expertos de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), en colaboración con el Hospital Clínic, la Universidad de Barcelona y el instituto IDIBAPS, han analizado cómo es el grosor de la corteza cerebral de las personas transexuales antes de someterse al tratamiento hormonal.
”Hasta el momento se había estudiado de qué forma varía este grosor en función del género, pero nunca en personas transexuales”, asegura Antonio Guillamón, investigador del departamento de Psicobiología de la UNED y autor del estudio publicado en Cerebral Cortex.
Partiendo de que la corteza cerebral en mujeres es más gruesa que la masculina -en las regiones frontales y parietales del cerebro- los expertos han descubierto diferencias en mujeres y hombres que viven con otra identidad sexual.
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores seleccionaron a 94 personas, que incluían a 24 mujeres y 18 hombres transexuales (ninguno de los dos grupos había iniciado el tratamiento hormonal) y 29 hombres y 23 mujeres que no lo eran.
Por medio de técnicas de neuroimagen, la investigación revela que el grosor de la corteza cerebral de hombres que se sienten mujeres es diferente respecto al resto de varones y similar al grosor de la corteza femenina.
Signos de masculinización y feminización
En el caso de las mujeres transexuales no hay diferencias respecto a las demás mujeres, lo que significa que el espesor del tejido se corresponde con su sexo biológico.
No obstante, los investigadores han descubierto que uno de los núcleos subcorticales del cerebro de estas pacientes sí muestra una masculinización, ya que su volumen es similar al masculino.
“Estos datos indican que la sustancia gris de mujeres y hombres transexuales presenta signos de masculinización y feminización respectivamente”, señala Guillamón. En ambos casos, las diferencias respecto a su sexo biológico se localizan en regiones cerebrales del hemisferio derecho.
Según el experto, la causa de esta distinción hemisférica podría remontarse al desarrollo cerebral de estas personas, “momento en que se produjo una asimetría en el efecto de los andrógenos, las hormonas sexuales masculinas”.
Referencia bibliográfica:
Leire Zubiaurre-Elorza, Carme Junque, Esther Gómez-Gil, Santiago Segovia, Beatriz Carrillo, Giuseppina Rametti y Antonio Guillamón. ‘Cortical Thickness in Untreated Transsexuals’, Cerebral Cortex, agosto 2012. DOI:10.1093/cercor/bhs267
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