El estado nutricional de los pacientes con cáncer de cabeza y cuello es bueno

Realizan un análisis sobre la influencia de la localización del tumor, el tipo y la etapa del mismo en el estado nutricional del paciente de cáncer de cabeza y cuello, con el fin de determinar los casos de alto riesgo. El estado general es bueno aunque se hallaron diferencias significativas según la localización del tumor.

El estado nutricional de los pacientes con cáncer de cabeza y cuello es bueno
Modelo tridimensional de la arginina.

Los tumores de cabeza y cuello aparecen normalmente en varones por encima de 50 años y con antecedentes de consumo excesivo de alcohol y tabaco, acompañados de una dieta pobre. En este sentido, habitualmente este tipo de cáncer conduce a odinofagia (dolor de garganta) y disfagia (dificultades para tragar), lo que motiva una reducción de la ingesta alimentaria.

“Los pacientes con cáncer de cabeza y cuello están ya desnutridos porque tienen unos hábitos inadecuados”, a lo que se une una cirugía “muy importante” y con alta incidencia de complicaciones, de modo que los requerimientos nutricionales “son muy especiales para estos pacientes”, explica el doctor Daniel de Luis, quien además dirige el Instituto de Endocrinología y Nutrición Clínica de la Universidad de Valladolid (IENVA).

Se ha realizado una evaluación nutricional con 230 pacientes mediante la prueba de Evaluación Global Subjetiva (SGA).

En general, el test SGA muestra que los pacientes con cáncer de cuello y cabeza “muestran un buen estado nutricional”, aunque evidencia diferencias estadísticas “dependiendo de las localizaciones de los tumores y del estado de los mismos”.

En 77 casos se situó el tumor en la cavidad oral, en 30 en la faringe y en 123 en la laringe. Según la localización hallaron diferencias “significativas” en los resultados del test.

Así, la frecuencia de pacientes “moderadamente malnutridos” es más alta en los tumores de la laringe, mientras que los casos de “malnutrición grave” se dan con mayor asiduidad en tumores de laringe y cavidad bucal de faringe. Del mismo modo, se determinó que es más frecuente que los pacientes con tumores de faringe y la laringe que se encuentren “medianamente malnutridos” a que presenten “desnutrición severa”.

En relación con el estadio del tumor, en los estadios II, III y IV es más usual que los pacientes estén bien alimentados a que sufran malnutrición grave, mientras que en los estadios II y III es “más frecuente encontrarse con pacientes medianamente malnutridos que gravemente”.

Dieta enriquecida

En la misma línea, los investigadores han estudiado si la nutrición postoperatoria de estos pacientes enriquecida con arginina mejora tanto las variables nutricionales como los resultados bioquímicos, en comparación con una dieta enteral habitual.

“En un primer momento intentamos validar la utilidad de este tipo de nutrición, algo que se logró, y posteriormente se ha conseguido demostrar la dosis adecuada de la que se benefician estos pacientes, que son unos 15 gramos de arginina al día”, concluye el doctor Daniel de Luis.

En los pacientes con cáncer de cabeza y cuello, habitualmente se encuentra afectado el sistema inmunológico, lo que origina que sean más susceptibles a complicaciones locales postoperatorias como fístulas o infecciones de la herida.

En este sentido, la terapia nutricional suplementada con agentes específicos como la arginina o la fibra dietética contribuye a mejorar la función inmune y por tanto a reducir la aparición de complicaciones.

No obstante, en altas dosis la tolerancia gastrointestinal a la arginina puede suponer un problema. En uno de sus estudios, los investigadores del Hospital Río Hortega han determinado que una fórmula enriquecida con 17 gramos al día de arginina mejora las tasas de fístula sin producir una alta tasa de diarrea.

Fuente: DICYT
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