Un nuevo estudio publicado en la revista Nature desafía las creencias anteriores sobre el estado latente del VIH y aporta información que podría llevar a nuevos tratamientos contra el virus. El primer autor del trabajo, Ramón Lorenzo-Redondo, es un investigador español que trabaja en la Universidad Northwestern en Chicago.
El VIH se mantiene activo en el tejido linfático de pacientes que han recibido tratamiento antiviral incluso cuando su presencia es tan baja que no se puede detectar en un análisis de sangre. Esta es la principal conclusión de un artículo publicado la semana pasada en la revista Nature.
El trabajo, llevado a cabo por un equipo internacional de científicos, tiene al investigador español Ramón Lorenzo-Redondo como primer autor. Actualmente, Lorenzo-Redondo trabaja como investigador postdoctoral en la división de enfermedades infecciosas de la Feinberg School of Medicine de la Universidad Northwestern en Chicago (EE UU).
Hoy en día, los tratamientos antivirales disponibles logran disminuir la carga viral de VIH en muchos pacientes hasta resultar indetectable en un análisis de sangre. Sin embargo, estos fármacos no actúan con la misma eficacia en ganglios y otros órganos del tejido linfático, que se convierten en el refugio de pequeñas poblaciones del virus que siguen replicándose para luego volver a la sangre.
Este hallazgo explica como en muchos pacientes se reactiva el virus tras el tratamiento antiviral, algo que hasta ahora se atribuía a la existencia de células infectadas que permanecían en estado latente durante largo tiempo. Los resultados indican que el VIH sigue infectando nuevas células incluso cuando el tratamiento es efectivo.
Frenar el VIH
El trabajo publicado en Nature aporta información clave para el desarrollo de terapias que permitan erradicar totalmente el virus, ya que evidencia la necesidad de nuevos fármacos que puedan penetrar en estos ‘santuarios’ de VIH en el tejido linfático.
Según Lorenzo-Redondo, “estos resultados nos llevan a replantearnos el tipo de estrategias que podrían resultar más prometedoras en la lucha contra la enfermedad. Hasta el momento se ha puesto mucho esfuerzo en tratar de activar las células infectadas latentes para que liberen su carga vírica. Sin embargo, ahora vemos que, si además no eliminamos la presencia residual del VIH en los tejidos linfáticos, estos tratamientos no tendrán éxito".
Referencia bibliográfica:
Nature: http://www.nature.com/nature/journal/vaop/ncurrent/full/nature16933.html
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