Investigadores de la Universidad de León, junto con científicos del Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva de la Universidad de Valencia y de la Universidad de Costa Rica, han descrito una nueva especie de pulgón denominada 'Rhopalosiphum chusqueae', hallada en un lugar de Costa Rica conocido como Cerro de la Muerte. El áfido se encontró sobre 'Chusquea tomentosa', un árbol de la subfamilia Bambusoideae o bambú, que le sirve de alimento y que es muy característico de las zonas tropicales.
Una de las particularidades del paraje en el que se halló es su gran altitud, puesto que está situado en la Cordillera de Talamanca. En concreto, la nueva especie fue encontrada a 2.968 metros de altura. Este dato confirma una curiosa observación de los taxónomos: en las zonas tropicales aumenta la diversidad de áfidos a medida que se incrementa la altitud. El descubrimiento ha sido publicado recientemente en la revista científica ZooKeys, pero es fruto de varias campañas de muestreo realizadas en 2008.
El desconocimiento de la biodiversidad en esta zona aún es grande. Pero aunque “fueron muestreos no intensivos”, afirma en declaraciones a DiCYT Nicolás Pérez Hidalgo, investigador del departamento de Biodiversidad y Gestión Ambiental de la Universidad de León, permitieron elevar un 22% el conocimiento de los áfidos de este país centroamericano y hallar varias especies nuevas que aún están por describir en publicaciones científicas.
Análisis moleculares
En realidad, las características morfológicas externas de este pulgón son en gran parte muy similares a las de otros áfidos, así que en este tipo de casos los investigadores tienen que recurrir en la actualidad a análisis moleculares para confirmar que han hallado una especie distinta a las que ya se conocen. Se trata de datos moleculares de fragmentos de ADN mitocondrial y de un gen nuclear.
En todo el mundo han sido descritas unas 4.100 especies de áfidos, de las cuales en España se contabilizan 625 y en Costa Rica alrededor de 90. La diversidad de pulgones es menor en las zonas tropicales que en las regiones templadas del norte del planeta, al contrario de lo que sucede con la mayoría de lo artrópodos, según el experto de la Universidad de León. El estudio refuerza la idea de que la diversidad de áfidos es mayor en zonas altas.
Por otra parte, hasta la aparición de las técnicas de identificación molecular, la descripción de especies se realizaba de una manera más subjetiva, de forma que no es descartable que una revisión taxonómica y molecular reduzca o aumente la cifra actual. Aún así, podría haber otras 2.000 especies de áfidos en zonas del planeta en las que aún no han trabajado los científicos.