La revista Science publica en su número de correspondiente a la primera semana de agosto los resultados de un amplio estudio sobre la evolución de la diversidad marina a lo largo de los últimos 50 millones de años. En el mismo han participado científicos de Australia, España, Estados Unidos, Gran Bretaña, Holanda, Malasia y Panamá.
Los resultados obtenidos demuestran que las mayores concentraciones de biodiversidad se han localizado a lo largo de los últimos 50 millones de años en una línea que, de oeste a este, ha llevado del sureste de Europa y noroeste africano hasta el Archipiélago Indo-australiano, pasando por toda la cuenca mediterránea, Pakistán e India Occidental.
Los investigadores, entre los que figura el profesor Juan Carlos Braga (Universidad de Granada), han basado el trabajo en el estudio de datos combinados procedentes de restos fósiles y de análisis moleculares.
En la actualidad, el Archipiélago Indo-Australiano (AIA) concentra los niveles más altos de diversidad biológica, y lo ha hecho desde el mioceno y a lo largo de los últimos 20 millones de años, como demuestran los análisis de registros de fósiles, de tipos de polen de los manglares, de gastrópodos y de corales.
La investigación demuestra la sorprendente antigüedad del foco del AIA y proporciona una nueva comprensión de los focos de biodiversidad, producto de procesos ecológicos que se repiten en escalas de tiempo geológicas (decenas de millones de años). El papel crucial de la actividad tectónica, por otra parte, realza la importancia de los factores que influyen en la aparición de la vida. Ellos marcan y sustentan el nacimiento, la evolución y la decadencia de los focos de biodiversidad.
Vulnerabilidad de los arrecifes de coral
Una síntesis de datos paleontológicos y moleculares, interpretados en un marco ecológico, permiten entender la verdadera antigüedad de los focos de biodiversidad y de las especies que los integran. Los datos geológicos y las nuevas amenanazas globales a la biodiversidad marina han puesto al descubierto la vulnerabilidad actual de los ecosistemas de los arrecifes de coral.
El hombre podría adelantar cambios que a escala geológica tardarían millones de años en producirse. Es preciso, por ello, un mejor conocimiento de la naturaleza de los focos de biodiversidad, sean terrestres o marinos. Con este fin, los investigadores plantean la necesidad de profundizar en los estudios que permitan alcanzar una mejor comprensión del contexto geográfico y medioambiental de los movimientos que conducen al nacimiento, el desarrollo y la desaparición de los focos de diversidad en grandes escalas temporales.
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