La Universidad de Zaragoza ha creado un nuevo instituto universitario, el de Investigación en Ciencias Ambientales, con un fuerte contenido científico para conseguir "un mejor control y preservación del medio ambiente". El objetivo de este nuevo centro es generar un "nuevo conocimiento, metodología y técnicas" que permitan entender mejor el medio ambiente, tal como explicó su director, Juan Ramón Castillo, catedrático de Química Analítica, durante la rueda de prensa que tuvo lugar ayer en el paraninfo de la Universidad de Zaragoza, acompañado por el rector de la Universidad de Zaragoza, Manuel López, y el vicerrector de Investigación, José Ramón Beltrán.
A este respecto, el rector de la Universidad de Zaragoza, Manuel López, destacó la trascendencia de este instituto porque una de las materias que saldrá reforzada de la crisis económica actual será la sostenibilidad. “La sostenibilidad y el medio ambiente forman parte de una de las líneas maestras en las que se mueve la Universidad de Zaragoza, y también la Comunidad autónoma de Aragón, que ha hecho una apuesta por estos temas, como se reflejó en la organización el verano pasado de la Exposición Internacional 'Agua y desarrollo sostenible”, señaló el rector.
Asimismo, el vicerrector de Investigación, José Ramón Beltrán, subrayó la calidad científica de este instituto, de carácter multidisciplinar, que apuesta por la integración de grupos en un tema transcendental. Y recordó que los 17 grupos que lo componen recabaron 4,4 millones de euros de financiación para investigación de convocatorias públicas y privadas en los años 2007 y 2008.
Proyectos prometedores
Aunque acaba de nacer, la proyección de este instituto es de tal calibre que ya se le ha encomendado la organización del congreso europeo más importante del área, que tendrá lugar del 31 de enero al 5 de febrero de 2011 en la capital aragonesa, en el que intervendrán más de 2.000 científicos.
La entidad además tiene previsto firmar en breve un convenio con la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, para trabajar en dos líneas principales de acción: cambio climático y calidad de las aguas. En este sentido, Juan Ramón Castillo recalcó que no es lo mismo un instituto de ciencias ambientales que un instituto medioambiental. El primero, como es su caso, investiga para saber, por ejemplo, cómo se produce la resistencia bacteriana y no para medir si hay bacterias en un río o para crear técnicas que permitan en análisis de nanopartículas en fluidos, apuntó.
Un instituto multidisciplinar
El nuevo instituto agrupa a 179 profesionales --130 de ellos investigadores, 42 becarios de investigación y siete técnicos--, de 17 grupos de investigación, reconocidos por el Gobierno de Aragón, de carácter multidisciplinar. El IUCA está constituido por investigadores profundamente interesados en la creación del mejor conocimiento científico posible para la conservación del medio ambiente, en especial el de la Comunidad Autónoma de Aragón.
Pertenecen a varios departamentos universitarios, centros y grupos de Investigación reconocidos por el Gobierno de Aragón, con una vocación común de calidad y excelencia en la investigación, carácter aplicado de la misma y ánimo de compartir recursos, conocimientos y actividades en tareas de índole multidisciplinar y transversal, enfoque que constituirá la línea directriz de la organización de la investigación de calidad en Ciencias Ambientales en el siglo XXI.
Cinco áreas de trabajo
Las cinco áreas en las que se concentra el trabajo de estos grupos son la biomédica y de salud pública; la de ciencia y tecnología química; la jurídico-económica; la de patrimonio; y la de territorio, geografía, clima y cambio climático. Juan Ramón Castillo señaló que el instituto pretende crear sinergias entre todas estas áreas para que se "entremezclen" objetivos y se puedan plantear líneas de investigación conjuntas. Además, reconoció que este instituto ha necesitado cuatro años para gestarse, pero vaticinó un "enorme futuro por delante para él".
Entre las líneas de investigación destacadas de los grupos que lo componen están la eco-toxicología bacteriana; la calidad de las aguas y el control de los parámetros analíticos; la nano-eco-toxicología; el derecho de aguas y la economía medioambiental; el patrimonio subacuático; y el cambio climático.