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Agencia Sinc

Cómo utilizar la radioterapia para curar arritmias en el corazón

La radioterapia para tratar arritmias se ha usado de forma pionera en España. La técnica se puede aplicar en los pacientes en los que no es viable utilizar los sistemas habituales y se pueden ver abocados al trasplante cardíaco. El primer paciente ha sido un hombre de 64 años que sufre una patología cardíaca. Hasta ahora, las arritmias han desaparecido del todo.

Realización de prueba de seguimiento al paciente.
Manel Algara y Julio Martí, con el primer paciente tratado con esta técnica en el Estado. / Hospital del Mar

El Hospital del Mar de Barcelona es el primero de España y uno de los primeros del mundo que utiliza la radioterapia para curar arritmias del corazón. Esta técnica pionera ya se ha aplicado a un paciente. La iniciativa permite tratar a un grupo de pacientes en los cuales las técnicas habituales no tienen éxito y que se pueden ver abocados al trasplante cardíaco.

Su aplicación para las arritmias tiene su origen en EE UU, donde se ha utilizado en una veintena de casos. Se trata de someter a la zona del corazón donde se origina esta disfunción a una dosis muy elevada de radiación (25 Grays en una sola sesión, cuando lo habitual es una dosis de 2 Grays para tratar casos de cáncer), para crear una cicatriz en el área y eliminar así la arritmia.

La intervención se realizó el 21 de diciembre y, hasta ahora, las arritmias han desaparecido del todo sin efectos secundarios a causa de la radiación

El jefe del Servicio de Cardiología del Hospital del Mar, Julio Martí, destaca la complejidad de la técnica, que obliga a un elevado grado de especialización de los profesionales que intervienen. “Se tiene que trabajar de forma conjunta. En primer lugar los radiólogos, que son los que obtienen las imágenes; después los cardiólogos, para indicar el punto en el cual se origina el problema; y, finalmente, los oncólogos radioterápicos, que definen el volumen a tratar y cómo hay que hacerlo”, explica.

Se trata de una intervención de corta duración; solo 30 minutos ante las más de dos horas de una ablación con las técnicas habituales. Se hace bajo supervisión de un cardiólogo para hacer frente a posibles complicaciones.

Los pacientes que se pueden beneficiar de esta técnica son enfermos con patología epicárdica, es decir, aquellos en los que la arritmia tiene su origen en la zona exterior del músculo cardíaco. También aquellos con patologías isquémicas en las cuales la lesión se sitúa en la zona externa del corazón, pacientes con afectación cardíaca por enfermedad de Chagas u otras con alguna patología isquémica en fase de cicatriz que afecta al epicardio y a la cual no se puede acceder desde el interior.

Son casos en los cuales esta técnica es la más indicada, ya que, según Martí, “la ventaja fundamental es que la zona que hay que tratar es de difícil acceso mediante las técnicas habituales por cateterismo. Con ella, se puede definir perfectamente el volumen y el área a tratar”.

Un caso de alta complejidad

El primer paciente tratado con esta técnica es un hombre de 64 años que sufre una patología cardíaca llamada displasia arritmogénica del ventrículo derecho, en la cual el músculo cardíaco se ve substituido por tejido adiposo y se producen de forma más fácil arritmias ventriculares.

Se trata de una intervención de corta duración: solo 30 minutos ante las más de dos horas de una ablación con las técnicas habituales

En este caso, ya se le había sometido sin éxito a tres ablaciones para intentar resolver el problema, la última el pasado mes de octubre. El enfermo llevaba insertado un desfibrilador en el corazón para evitar paradas cardíacas, pero el aparato ya no era útil a causa del daño que la enfermedad había generado en el músculo cardíaco.

La intervención se realizó el 21 de diciembre y, hasta ahora, las arritmias han desaparecido del todo, sin efectos secundarios a causa de la radiación. Hay que tener en cuenta que, con esta técnica, a diferencia de otras, la respuesta a la radiación es más lenta y los efectos positivos tardan un poco más.

Este caso es el segundo con esta patología tratado en el mundo con radioterapia. La displasia arritmogénica del ventrículo derecho es una enfermedad rara, de origen desconocido y descrita originalmente hace solo 42 años. Se desconoce la incidencia exacta, aunque es más habitual en hombres y tiene una prevalencia más alta en atletas y deportistas.

El proyecto ha recibido el premio a la mejor comunicación en la Quinta Reunión Conjunta de las Secciones de Electrofisiología y Arritmias y de Estimulación Cardíaca de la Sociedad Española de Cardiologa (SEC), que se celebró en Barcelona entre los días 6 y 8 de marzo.

Fuente: Hospital del Mar
Derechos: Creative Commons
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