¿Cómo procesa el cerebro la información en situaciones de peligro?

Bajo una situación de amenaza o de miedo, reaccionamos más intensamente a los estímulos inesperados. En estado de alerta, nuestro cerebro tiene que amplificar la nueva información sensorial y procesarla de manera prioritaria para la supervivencia. Un artículo publicado en la revista Cerebral Cortex explica cómo procesa el cerebro los efectos de la emoción sobre la atención cognitiva, según una investigación dirigida por el profesor Carles Escera del Departamento de Psiquiatría y Psicobiología Clínica de la Facultad de Psicología de la UB.

¿Cómo procesa el cerebro la información en situaciones de peligro?
Fuente: Universidad de Barcelona.

«Emotional Context Enhances Auditory Novelty Processing in Superior Temporal Gyrus» es el título del artículo, cuya primera autora es la profesora Judith Domínguez-Borras del Departamento de Psiquiatría y Psicobiología Clínica, y en el que también participan expertos de la Universidad de Bremen (Alemania).

Las emociones están presentes en todos los ámbitos de la vida. La conducta emocional se basa en mecanismos aparecidos en estadios muy primitivos de la evolución animal, determinantes para la captación del peligro y la supervivencia de los individuos. Este nuevo estudio, realizado con un grupo de 17 mujeres, entre 19 y 30 años, estudia cómo procesa el cerebro las emociones en situaciones de tensión emocional.

La investigación está basada en técnicas de resonancia magnética funcional (fMRI) y estudia la respuesta a diferentes estímulos visuales y auditivos. Cada estímulo visual, en concreto, corresponde a fotografías -caras con expresiones neutras, de amenaza o de miedo- que es clasificada según los colores del marco que lo rodea. Un sonido, que es monótono en el 90% de los casos, precede cada estímulo visual. Pero, a veces, un sonido totalmente inesperado y diferente del habitual irrumpe al protocolo experimental y altera significativamente la respuesta atencional.

«En el estudio -comenta el profesor Escera-, hemos detectado como la gente se acostumbra a prescindir del sonido monótono. Perro cuando lo cambian, la gente lo capta y se distrae. El individuo desatiende su tarea de detección del estímulo visual y dirige el interés al nuevo estímulo sensorial».

El cerebro tiene zonas específicas que detectan las novedades auditivas. Cuánto hay un sonido distractor, se activa la zona que detecta la novedad sensorial y al procesar las emociones, se activan las áreas de las emociones. Cuando un sonido no encaja en la regularidad acústica, se activan unas neuronas localizadas en el córtex supratemporal (Superior Temporal Gyrus, STG), prefrontales y parietales, y a la unión tempoparietal. «Una de las conclusiones del estudio indica que la activación de las áreas que procesan el estímulo inesperado -un sonido distractor- se amplifica si el contexto emocional es negativo. Esta interacción, en un contexto emocional negativo, entre estímulos inesperados y un mayor descuido conductual, es también uno de los hallazgos más relevantes de nuestra investigación».

Para los científicos, es bien conocido que los estímulos emocionales tienen un status prioritario en los sistemas sensoriales: son captados de forma más rápida y eficaz que los estímulos no emocionales. Según Escera, «los estímulos emocionales tienen una prioridad absoluta, tanto signo positivo como negativo porque ponen en juego información básica para la supervivencia». En conclusión, en situaciones de competencia emocional, este exceso de atención se deriva hacia los estímulos con carga emocional.

El equipo investigador también destaca el protagonismo de la amígdala en este procesamiento de las emociones. «Cuando se trata de información emocional, el cerebro encuentra atajos. La amígdala es capaz de extraer rápidamente información vital para la supervivencia, y por eso, consideramos que quizás es posible que participe en la amplificación de la información emocional», dice Escera, que es director del Grupo de Recerca Consolidat de Neurociencia Cognitiva de la UB.

Más información:

http://www.ub.edu

Fuente: UB
Derechos: Creative Commons
Artículos relacionados