Para Tedros Adhanom Ghebreyesus, el gran cambio de la situación sobre el coronavirus en la última semana ilustra la rápida evolución de esta epidemia. Ayer, por primera vez, el número de nuevos casos reportados fuera de China superó al de dentro del país asiático. “El objetivo principal de todos los países con casos debe ser contener el virus”, ha declarado en la reunión informativa sobre COVID-19, celebrada esta mañana.
Este lunes, la misión conjunta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el gobierno chino concluyó su informe sobre la transmisibilidad del virus de Wuhan, la gravedad de la enfermedad y el impacto de las medidas adoptadas.
“Descubrieron que la epidemia alcanzó su punto máximo y se estabilizó entre el 23 de enero y el 2 de febrero, y desde entonces ha ido disminuyendo progresivamente”, ha puntualizado Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, en la reunión informativa sobre COVID-19, celebrada esta misma mañana.
El equipo ha valorado que no ha habido ningún cambio significativo en el ADN del virus y cómo las medidas tomadas en China han evitado un número significativo de casos. “El mensaje clave que debería dar a todos los países es esperanza, coraje y confianza en que este virus puede ser contenido. De hecho, hay muchos países que han hecho exactamente eso”, ha añadido.
Por el momento, 14 países que han tenido diagnósticos positivos no han reportado un caso en más de una semana, y 9 países no han reportado un caso en más de dos semanas: Bélgica, Camboya, Federación de Rusia, Filipinas, Finlandia, India, Nepal, Sri Lanka y Suecia.
“Ayer el número de nuevos casos reportados fuera de China superó el número de nuevos casos dentro del país asiático por primera vez. El repentino aumento de los casos en Italia, Irán y Corea es muy preocupante”, ha subrayado el director de la OMS. Además, ahora se han producido casos relacionados con Italia en Alemania, Argelia, Austria, Croacia, España y Suiza.
El objetivo principal de todos los países con casos debe ser contener el virus, estar preparados para detectar los casos a tiempo, aislar a los pacientes, rastrear los contactos, proporcionar atención clínica de calidad, prevenir los brotes en los hospitales y evitar la transmisión a la comunidad.
Para apoyar a los países, la OMS ha publicado directrices de planificación operacional para respaldar la preparación y la respuesta de los países. Las directrices incluyen los recursos estimados necesarios para prepararse y responder a un grupo de hasta 100 casos.
Según Ghebreyesus, el aumento de los casos fuera de China ha llevado a algunos medios de comunicación y políticos a presionar para que se declare una pandemia: “La OMS ya ha declarado una emergencia de salud pública de interés internacional –nuestro mayor nivel de alarma–”.
“El uso descuidado de la palabra pandemia no tiene ningún beneficio tangible, pero sí un riesgo significativo en términos de amplificación del miedo y el estigma innecesarios e injustificados, y de parálisis de los sistemas”, ha afirmado. “También puede ser una señal de que ya no podemos contener el virus, lo cual no es cierto”.
Por el contrario, el director de la OMS no duda en que se usará la palabra pandemia si resulta una descripción exacta de la situación, pero por el momento no se está presenciando una transmisión comunitaria sostenida e intensiva de este virus, y no se está produciendo una enfermedad grave a gran escala o en número de muertes.
“China tiene casi 80.000 casos en una población de 1.400 millones de personas. En el resto del mundo, hay casi 3.000 casos en una población de 6.300 millones. Con esto no estoy minimizando la gravedad de la situación. Este virus tiene potencial pandémico y la OMS está proporcionando las herramientas para que cada país se prepare en consecuencia”, ha concluido.
Infografía del Ministerio de Sanidad.