El proyecto LIFE+ INDEMARES ha permitido filmar por primera vez algunos de los ecosistemas más singulares y desconocidos de las aguas españolas. Con motivo del Día Mundial de los Océanos, el Instituto Español de Oceanografía (IEO) muestra las imágenes de las últimas campañas realizadas en los volcanes de fango del golfo de Cádiz y el conjunto de cañones de Avilés.
Tras años de investigaciones, el robot submarino Liropus 2000 del Instituto Español de Oceanografía (IEO) ha permitido observar de manera directa las comunidades asociadas a las emanaciones de metano de los volcanes de fango en el golfo de Cádiz, y los arrecifes de corales de aguas frías del cañón de Avilés, que se encuentran entre 400 y más de 1.000 metros bajo el agua.
En el marco del proyecto LIFE + INDEMARES y a bordo del buque oceanográfico Ramón Margalef, investigadores del Centro Oceanográfico de Málaga del IEO constataron en el golfo de Cádiz la presencia de un elevado número de focos de emisión de fluidos, superior al que se había registrado hasta ahora. Además, encontraron cerca de 1.000 especies, algunas nuevas para la ciencia.
Este ecosistema en los volcanes de fango es posible gracias a unas bacterias que convierten el gas metano en piedra (carbonato cálcico). Para los científicos, lo que era un fondo fangoso con una diversidad escasa se transforma en un sustrato rocoso donde crecen corales, gorgonias, y esponjas, entre otros organismos.
En el Cantábrico, el robot submarino Liropus 2000 filmó por primera vez los ecosistemas más inaccesibles del conjunto de cañones de Avilés. Entre ellos, el arrecife de coral del cañón de La Gaviera, situado a más de 800 metros de profundidad.
Durante la campaña, se recuperó también una plataforma científica que se fondeó en el cañón durante un año para estudiar los procesos físicos que permiten el asentamiento de corales de aguas profundas.
Una desprotegida biodiversidad marina
España es uno de los países europeos más ricos en términos de biodiversidad marina. Unos 8.000 km de costa acogen alrededor de 23 millones de personas, es decir al 58% de la población total española. Sin embargo, según el IEO, el aumento de la presión de las actividades humanas en el medio marino está mermando la salud de los océanos y la disponibilidad de los recursos naturales que albergan.
A pesar de que casi una cuarta parte del territorio terrestre forma ya parte de la Red Natura 2000 –como garantía de protección–, en el ámbito marino, la Red Natura se encuentra en un estado de desarrollo “embrionario”. Los altos costes y la complejidad de los inventarios en zonas alejadas de la costa y a grandes profundidades dificultan la disponibilidad de la información científica sobre hábitats y especies que permitirían identificar los espacios a incluir en la Red.
El proyecto LIFE+ INDEMARES “Inventario y designación de la Red Natura 2000 en áreas marinas del Estado español” surge con el objetivo de contribuir a la protección y uso sostenible de la biodiversidad en los mares españoles mediante la identificación de espacios de valor para la Red Natura 2000.