El Servicio de Ginecología de la Fundación Althaia de Manresa (BCN) ha comenzado a aplicar una técnica de cirujía para las mujeres afectadas por incontinencia urinaria de esfuerzo. Después de más de 100 pacientes intervenidas, los resultados obtenidos son iguales o mejores que con las técnicas convencionales. La nueva técnica se diferencia de las existentes en que se coloca una malla de menores dimensiones, consiguiendo que la cirugía sea mínimamente invasiva. Esto permite hacer la intervención ambulatoriamente, con anestesia local y sedación, y dando el alta unas dos horas más tarde.
La incontinencia de orina es una enfermedad que provoca una pérdida involuntaria de orina que causa problemas sociales e higiénicos a quien la padece, afectando de forma notable la autopercepción de la salud y la calidad de vida. En general, se podrían definir dos grandes tipos de incontinencia urinaria, la de esfuerzo y la de urgencia.
En el primer caso, la pérdida se produce cuando se hace ejercicio o se realiza un esfuerzo como reír, toser o estornudar. Afecta mayoritariamente a mujeres más jóvenes y el tratamiento mayoritario es una intervención quirúrgica. Así, es en este tipo cuando se puede aplicar la técnica. Además, a través de la Unidad de Suelo pélvico de Althaia, las mujeres también realizan rehabilitación previa a la cirugía, con la supervisión y seguimiento de una doctora rehabilitadora y una fisioterapeuta.
La técnica que se utilizaba antes requería, habitualmente, anestesia epidural, entre 1 y 2 días de ingreso hospitalario, y la utilización de una sonda urinaria durante 24 horas. Además, existía el riesgo que durante la intervención se perforara la bufeta y que en el postoperatorio la paciente sufriera retenciones de orina.
Para la nueva técnica se utilizan unas mallas de nueva generación más pequeñas que las utilizadas hasta el momento y que no necesitan agujas. Dos ginecólogos expertos realizan la intervención que tiene una duración de unos 7 minutos. Se trata de cirugía ambulatoria que se hace con anestesia local y sedación, permitiendo que la paciente pueda volver a casa pasadas unas dos horas. Esta cirugía, poco agresiva, evita el riesgo de perforación de la bufeta, la retención de orina y el uso de una sonda.
El trabajo realizado por parte del Servicio de Ginecología ha permitido que Althaia se convierta en un centro referente en les intervenciones quirúrgicas de la incontinencia urinaria femenina. Prueba de esto es que cirujanos de otros puntos de España, de Europa y del mundo (Holanda, Irlanda, Inglaterra, Holanda, EUA Sudáfrica i Israel) se han desplazado hasta Manresa para conocer en primera persona el funcionamiento y la aplicación de la técnica. Incluso, miembros del equipo de ginecología se han desplazado a hospitales de Grecia y España para realizar, en el marco de diferentes congresos, esta cirugía en directo.
Congreso Europeo de Urología
Los próximos 14 y 21 de abril, en el marco del Congreso Europeo de Urología, que tiene lugar a partir de este viernes en Barcelona, se realizará en Althaia el I Workshop en cirugía vaginal. Profesionales del Servicio de Ginecología harán diferentes intervenciones en directo para que médicos europeos puedan aprender como se realiza esta intervención. Los asistentes podrán seguir las distintas cirugías en una sala adjunta al bloque quirúrgico a través de una videoconferencia.
Al mismo tiempo, el equip de Althaia presento un estudio sobre la técnica en el último Congreso Internacional de Incontinencia de San Francisco, así como un vídeo de la técnica que fue seleccionado como comunicación podium por ser una técnica innovadora. Esto representa un importante reconocimiento de un equipo que trabaja para ofrecer un tratamiento cada día mejor a sus pacientes.
El grupo Nature publica hoy un paquete de artículos en varias de sus revistas que en conjunto supone un análisis sin precedentes sobre el cáncer y que da un giro a lo que se sabía hasta ahora. Arroja luz incluso sobre cómo prevenir esta patología que, como alertaba la OMS al principio de este año, sigue una trayectoria al alza.
Investigadores de EE UU confirman que los humanos somos capaces de detectar la estructura básica de una frase casi tan rápido como se reconoce una escena visual: en unos 150 milisegundos, es decir, la velocidad de un parpadeo.
