Un equipo científico, liderado por la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis, ha presentado hoy una nueva especie de dinosaurio acorazado hallado en la mina de lignito de Armiño (Teruel). Lo han denominado Europelta carbonensis, un fósil extremadamente raro en el registro español, que se convierte en el anquilosaurio más completo hallado en Europa.
Esta mañana en Dinópolis se han dado a conocer los restos fósiles de una nueva especie de dinosaurio acorazado que han encontrado en Teruel investigadores de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis, y que han analizado en colaboración con el Servicio Geológico y del Museo de Historia Natural de Utah estadounidenses.
Hoy se publica en la revista Plos ONE el estudio de los restos de esta especie, que han denominado Europelta carbonensis por ser el más completo del grupo de los anquilosaurios de Europa, y por haberse encontrado en la mina de lignito de Armiño (Teruel).
Su hábitat se situaría en una zona próxima al mar, de superficie pantanosa, que dio lugar a lo que hoy son las placas de carbón que se explotan por la minería. “La colaboración con la empresa minera SAMCA nos brinda la oportunidad de sincronizar nuestro trabajo con las prospecciones mineras”, ha apuntado Luis Alcalá, director gerente de la Fundación Dinópolis.
El nuevo anquilosaurio está formado por fósiles de dos esqueletos parciales excavados entre 2010 y 2011 en sedimentos carbonosos de la Formación Escucha, de entre 113 y 110 millones de años de antigüedad (Cretácico Inferior).
Según ha declarado Alcalá, esta reconstrucción basada en dos individuos diferentes se convierte en el nodosaúrido más antiguo y completo encontrado en Europa. “Se habían encontrado individuos de esta especie pero de épocas más recientes, del Cretácico Superior”.
Este nuevo hallazgo permite caracterizar al grupo de los nodosaúridos europeos y distinguirlos de sus parientes americanos. “Es un dinosaurio singular, inesperado, que cambia el conocimiento que teníamos de los nodosaúridos en Europa”, añade el científico.
La colaboración con la Universidad y el Museo Natural de Utah (EE UU) les ha permitido comparar al ejemplar de Ariño con los ejemplares del otro lado del Atlántico para conocer cómo fue su evolución.
“Aún tenemos pendiente de restauración un tercer individuo y un cuarto esperando a ser excavado. Ojalá sigamos teniendo oportunidades y recursos para continuar con estos proyectos de importancia internacional”, subrayaba Alcalá.
Características únicas
Esta nueva especie de anquilosaurio de Ariño mediría en torno a cinco metros de largo, un metro de alto y un metro de ancho. Su peso rondaría las dos toneladas.
“De los fósiles que hemos encontrado cabe destacar el cráneo, prácticamente completo, y su cola que es lo que lo define como nodosaurio dentro del grupo de los anquilosaurios. Faltan algunas piezas del individuo como las patas delanteras”, explicó Luis Mampel, paleontólogo de la fundación, que ha participado en el estudio.
Asimismo, este ejemplar comparte con otros nodosáuidos europeos (como Hungarosaurus y Struthiosaurus) y solo con ellos, una pelvis arqueada con el hueso pélvico inferior dirigido hacia debajo de modo rectilíneo, a diferencia de todos los nodosaúridos norteamericanos (como Sauropelta o Edmontonia), que lo tienen curvado.
Este dinosaurio acorazado complementa los resultados obtenidos durante los últimos tres años de excavación y preparación paleontológica que, junto a un laborioso estudio científico, servirán para reconstruir con mayor precisión el ecosistema de la zona durante el Albiense (Cretácico Inferior).
En búsqueda del gran carnívoro
En este mismo yacimiento se une al iguanodontio Proa valdearinnoensis, que el mismo equipo definió a finales de 2012 y de varios dinosaurios terópodos (carnívoros). También se ha recuperado abundante material de cocodrilos que permitió determinar las nuevas especies Hulkepholis plotos y Anteophthalmosuchus escuchae. Además, se han encontrado fósiles de tortugas, peces y diversos tipos de plantas y de invertebrados.
“En un tiempo récord hemos encontrado un gran número de fósiles de gran importancia”, dijo Eduardo Espílez, otro de los científicos coautor del trabajo.
“Hemos encontrado también en el yacimiento muchos herbívoros, que suponemos que serían presa de algún gran carnívoro. Será tarea difícil encontrarlo, pero hemos solicitado un proyecto al Plan Nacional de I+D+i para este fin”, concluyó Alcalá.