Una investigación liderada por el Centro de Astrobiología revela que el material genético puede conservar información biológica incluso bajo la intensa radiación marciana. Basado en experimentos con rocas terrestres análogas, el estudio sugiere que estas moléculas podrían actuar como biomarcadores en la búsqueda de vida pasada en el planeta rojo.
Un análisis 3D de más de 600 cráneos revela que la gran variedad morfológica de estos animales surgió en el Holoceno temprano, mucho antes de la cría selectiva, como resultado de la interacción con humanos, el ambiente y la dieta.