Una conversación con Edward de Bono sobre el significado del “pensamiento creativo” y las posibles soluciones para superar la crisis.
¿Cómo puede el “pensamiento lateral” (neologismo acuñado por De Bono para la resolución creativa de conflictos) evitar la alarma excesiva que los medios de comunicación crean en la población como ha sucedido con la gripe porcina?
Es una situación difícil porque sin cierta alarma la gente no hace nada pero, al mismo tiempo, demasiada alarma se convierte en pánico, y a los medios de comunicación les gusta la alarma.
¿Nuestro pensamiento se ha vuelto mediocre, o tal vez es que estaba mal diseñado desde el principio?
Lo que sucede con nuestro pensamiento, en concreto con el software de nuestro pensamiento, es que lo diseñó hace 2.400 años la cuadrilla de los tres griegos (Aristóteles, Platón y Sócrates). Hasta el Renacimiento, la Iglesia dirigía las escuelas, las universidades, el pensamiento: no necesitaban el pensamiento perceptivo, orientado al diseño, creativo; lo único que necesitaban era la verdad, la lógica y la argumentación para demostrar los errores de los herejes; y eso se ha convertido en el núcleo de nuestro pensamiento.
¿Alguno de los conflictos actuales podría resolverse mediante actitudes creativas?
Por ejemplo, en el reciente conflicto entre Israel y Palestina lo que yo propondría es que los países miembros de la ONU apoyasen a la población palestina con 3.000 millones de dólares y Estados Unidos apoyase a los israelíes con 4.000 millones de dólares. Pero cada vez que disparasen un cohete, perderían 50 millones. Ahora se paga de manera diferente. El mundo necesita nuevas posibilidades, nuevas ideas, nuevas alternativas. Hace muchos años, intenté crear en la ONU un grupo que proporcionase ideas novedosas y resultó imposible: dijeron que no estábamos allí para pensar, sino para representar a nuestros países.
¿En qué consiste el proyecto del Palacio del Pensamiento?
No hay sitio para las ideas nuevas. Si un país grande como EE UU afirmase que no tiene ideas, la gente diría “no, eso forma parte de tu política”, así que hace falta crear una plataforma para el pensamiento, y uno de los grandes proyectos que tengo un Palacio del Pensamiento. Albergaría reuniones periódicas creativas sobre problemas mundiales, a fin de ofrecer ideas nuevas a todo el mundo. Quizás esté en España. A los Estados no se les invitaría a enviar representantes, sino pensadores.
Usted ha publicado el libro Edward de Bono Code Book [Libro del Código de Edward de Bono] para paliar las imperfecciones del lenguaje; el código 6/2, por ejemplo, dice: "Dame mi punto de vista y te daré tu punto de vista". ¿Ya no confía en el lenguaje convencional?
El lenguaje es muy inapropiado para describir situaciones complejas; se basa en una historia que se remonta a épocas muy lejanas, así que necesitamos una forma mejor de describir las situaciones complejas. Podríamos estar en medio de una negociación y querer decirle a todo el mundo: “no vamos a llegar a ninguna parte a menos que cedamos y flexibilicemos nuestras posturas”. Tenemos que darle una forma para que todo el mundo comprenda, así que es necesario llevar el lenguaje a un nivel superior.
¿Por qué en la política internacional es tan difícil llegar a acuerdos formales sobre asuntos básicos como la educación, la salud o la pobreza?
Una de las cosas que caracteriza a la política es que para determinados profesionales es muy difícil introducirse en ella: arquitectos, ingenieros, científicos, físicos... Porque, si no dan un gran discurso, la próxima vez no pueden volver a ocupar la tribuna. Así que, ¿qué sucede? Que la política está llena de gente acostumbrada a hablar: abogados, profesores, periodistas, sindicalistas... Ninguno de ellos está acostumbrado a construir su pensamiento, y ése es un enorme problema en todas partes.
¿Invertir en investigación y desarrollo es la forma más fácil de escapar a la crisis?
La investigación y el desarrollo son necesarios no sólo por la crisis, sino porque países como India y China son capaces de hacer con muy pocos costes cualquier cosa que se haga en Occidente, de modo que las ideas sobre las que se investiga tal vez puedan proporcionar algo esencial, pero China puede alcanzarnos en eso. Por ejemplo, el Gobierno chino está dando clases sobre lo que yo hago en colegios de cinco provincias. Si China empieza a pensar, el resto del mundo puede convertirse en una zona turística para la población china.
¿Cuál de las frases que ha dicho a lo largo de su carrera, y que se citan una y otra vez en los medios de comunicación, ha sido más influyente?
Creo que la que siempre repito: “Puedes analizar el pasado, pero tienes que diseñar el futuro”. Y nunca lo hacemos.
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