Más allá de los avances científicos que proporciona el LHC, como el descubrimiento del bosón de Higgs, el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) desarrolla una tecnología puntera en la que participan técnicos y empresas españolas. El ingeniero español José Miguel Jiménez (Atarfe-Granada, 1968), que en 2014 será el nuevo director del departamento de Tecnologías del CERN, anima a trabajar en su centro.
La mayoría de los ciudadanos conocen el CERN por el bosón de Higgs, pero, según usted, aquí se hace más tecnología que ciencia…
Cuando se habla del CERN se piensa ‘ah, el CERN, los físicos’ y la gente se imagina a científicos con largos pelos blancos y barba haciendo ecuaciones. Aquí tenemos poco más de 500 personas en plantilla relacionadas directamente con la física, y más de 1.500 personas que trabajan directamente en la construcción, la instalación y el mantenimiento de los aceleradores y todas las tecnologías asociadas. Toda esta gente hace tecnología.
Según lo expresa, parece que también existe en el CERN el clásico ‘pique’ entre los tecnólogos y los científicos.
Sí, claro. De hecho, quienes tienen contratos indefinidos en esta casa son tecnólogos. Aquí en realidad se contrata a pocos físicos. Buscamos técnicos, ingenieros o doctores ingenieros de áreas tecnológicas o que hayan cursado electricidad, ventilación, mecánica, diseño… En la página web del CERN hay un link a Job Opportunities. Además, tenemos programas para estudiantes de doctorado, becarios posdoctorales, asociados de proyecto, colaboraciones, etc. Ahora mismo acabamos de sacar un programa para técnicos becarios de nivel FP2. Hay muchas maneras de venir aquí.
¿Qué presupuesto invierte el CERN en tecnología?
El presupuesto anual del CERN es de unos 950 millones de euros. La mitad se destina a personal, y si consideras que el CERN lleva más de 50 años, te puedes hacer una idea de la inversión. Todos los experimentos y las tecnologías las desarrollamos con fondos propios. Si algún proyecto acumula déficit solicitamos un préstamo al Banco Central Europeo y luego lo vamos pagando con nuestro presupuesto. Siempre trabajamos con financiación propia.
¿La tecnología del CERN reporta dinero?
Tenemos un sistema de transferencia de tecnología, pero el objetivo no es hacer dinero. De hecho, evitamos encargar las tecnologías a una compañía específica porque, como es natural, las empresas la quieren solo para ellas. Lo que hacemos es abrirla a todos los países miembros, que pagan la cuota y reciben un retorno industrial y científico. Creo que está bien así. Es lógico que el CERN no facture la tecnología que desarrolla a los países que aportan la financiación.
¿Se patenta mucho aquí?
Centrarse solo en las patentes es tener una visión estrecha. Nosotros vemos las cosas con una perspectiva más amplia, desde la que valoramos el soporte tecnológico que damos a empresas y proyectos. Por ejemplo, el acelerador médico que se gestó en el CERN y se está terminando en un hospital de Austria para tratar el cáncer ha generado personal de muy alto nivel. También ofrecemos clases, conferencias y cursos que forman parte de la imagen global.
¿Cómo es el trabajo de las empresas con el CERN?
La mayoría de los proyectos que hacemos nosotros son prototipos, que exigen una puesta a punto muy alta. Hay dos posibilidades. O se le pide a la compañía que asuma el riesgo, y los precios se disparan, o compartimos el desarrollo con las empresas. Cuando tienen dificultades les ayudamos hasta que sea un éxito. La ventaja para la empresa es que le permite acceder a un nivel de tecnología y a una formación sin que le cueste mucho dinero.
¿Alguna otra ventaja para las empresas?
Cuando salen a mercados lejanos, tener la certificación del CERN implica que trabajan bien, que tienen una capacidad de desarrollo muy elevada y que se adaptan a condiciones difíciles. Eso es una ventaja, aunque tiene un coste. No damos los márgenes económicos que proporcionan los sectores biomédico o aeroespacial. Aquí hacemos investigación científica. Trabajar con nosotros supone una inversión a largo plazo.
¿Qué empresas españolas participan ahora con el CERN?
Calculo que un poco más de 130 empresas han estado colaborando con el CERN en 2013. Algunas de las más representativas –por su valor o interés tecnológico– son Comsa Emte, General Cable, Sades, Cadinox, Trinos Vacuum Porjects, Talleres Pidrafita, Elytt Energy, AVS… Son muchas.
¿Y tienen un buen nivel internacional en I+D?
Lo hacen bien. Una de las dificultades es trabajar en esta zona fronteriza entre Suiza y Francia, con legislaciones muy diferentes que hay que cumplir. Las empresas grandes tienen servicios administrativos y jurídicos, pero para las pequeñas supone un coste adicional respecto a las empresas locales. Tratamos de ayudarlas con estas gestiones.
¿Animaría a las empresas españolas a participar en el CERN?
Por supuesto. Trabajamos con el ministerio [de Economía y Competitividad] para establecer un mercado más constante para las empresas a lo largo del tiempo. El Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) ha puesto aquí un enlace para agilizar esta cuestión.