Helen Caldicott, científica australiana defensora del desarme nuclear en Estados Unidos

“Obama tiene las aptitudes políticas y diplomáticas para negociar el desarme nuclear”

Para una de las mujeres más influyentes del siglo XX, según el Instituto Smithsonian, hoy, día de la investidura del nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, puede ser el principio de una nueva era, la de la esperanza de un mundo sin armas nucleares. Coincidiendo con la toma de posesión de Obama, la australiana Helen Caldicott (Melbourne, 1938) publica un editorial en la revista Canadian Medical Association Journal: “Obama y la oportunidad de eliminar las armas nucleares”. SINC habla con ella en primicia.

Helen Caldicott.
Helen Caldicott. Foto: Heide Smith.

¿Por qué dice que Barack Obama necesitará la ayuda de los científicos?

Sugiero en el artículo (que se publica hoy en la revista Canadian Medical Association Journal) que el papel de la profesión médica es imperativo para educar y avisar, tanto a la sociedad como a los políticos, de la catastrófica amenaza sanitaria de una inminente guerra nuclear.

¿Cree que Obama será capaz de eliminar las armas nucleares?

Sí. Obama tiene las aptitudes y destrezas políticas y diplomáticas para negociar el desarme bilateral con Rusia. De las 28.000 armas nucleares que hay en el mundo, Rusia y Estados Unidos poseen hoy el 97%. Si estos dos países actuaran rápidamente hacia el desarme nuclear, conseguirían la autoridad moral para coaccionar a otros países de hacer lo mismo.

¿Cuál es la opinión de la sociedad estadounidense sobre el desarme?

El 66% de la población apoya la idea del desarme nuclear como lo hacen un número similar de ciudadanos rusos.

Si Estados Unidos eliminara las armas nucleares, ¿otros países harían lo mismo?

Estados Unidos y Rusia conseguirían un enorme respecto internacional y tendrían más autoridad para persuadir y, si fuera necesario, vigilar a otros países a través de Naciones Unidas para que lo cumplan.

¿Qué pueden hacer los físicos y científicos para evitar una guerra nuclear?

Todos los físicos deben educarse a sí mismos acerca de las implicaciones médicas y medioambientales de una guerra nuclear limitada en el subcontinente indio o en Oriente Medio y un holocausto nuclear global entre Rusia y Estados Unidos. Tienen que actuar urgentemente porque 2.000 bombas de hidrógeno están listas para ser lanzadas de inmediato en Rusia y Estados Unidos. Los médicos deben, de manera urgente, educar y alertar a sus colegas, a la sociedad y a los políticos sobre este peligro mortal a través de los medios, organizando grandes encuentros profesionales y reuniéndose con políticos concretos que posiblemente estén decidiendo ahora el destino de la especie humana por su inacción.

Aunque Obama represente una nueva oportunidad para la abolición nuclear, existen otros problemas médicos y medioambientales como el cambio climático más susceptibles de ocurrir…

Ciertamente, la posibilidad del calentamiento global tiene grandes implicaciones para la salud por la propagación de enfermedades infecciosas, el aumento de la sequía que conlleva la consecuente malnutrición y la hambruna, la repentina aparición de millones de refugios ecológicos, etc. Pero el cambio climático puede tratarse simultáneamente con el tema del desarme nuclear. No son cuestiones aisladas.

¿Cuál piensa que es la imagen internacional de Estados Unidos sobre temas energéticos, medioambientales y de salud pública?

Durante el mandato de Bush, Estados Unidos ha proyectado de forma alarmante una actitud irresponsable hacia la posibilidad de un calentamiento global, la producción de energía renovable segura, la presión constante hacia la energía nuclear, y casi una indiferencia total a epidemias como la malaria, la malnutrición infantil y la arrolladora mortalidad en numerosos países pobres. El acceso de las mujeres al control de natalidad universal fue virtualmente ignorado mientras que la población humana se incrementaba de forma exponencial.

¿Veremos un compromiso para el antiguo Protocolo de Kyoto y otros acuerdos?

Creo que el Presidente Obama está profundamente comprometido para poner fin y posiblemente invertir los efectos del cambio climático. Esto es evidente por los excelentes expertos en medio ambiente que ha designado para su gobierno. Sin embargo, el mundo necesita ir más allá del Protocolo de Kyoto y creo que Obama podría alcanzar esta ambiciosa meta.

Compromiso con la Ciencia

Luchadora empedernida desde hace 35 años para la eliminación de las armas nucleares, la pediatra Helen Caldicott hace un llamamiento a la acción ciudadana para impedir una guerra nuclear. Después de ser profesora en el Harvard Medical School y formar parte del equipo del Children's Hospital Medical Center de Boston (USA), Caldicott ha creado en Estados Unidos fundaciones como ‘Físicos por la responsabilidad social’, ‘Acción de las mujeres para el desarme nuclear’ o el Instituto de Investigación Política Nuclear, que ella misma preside

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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