Desde el pasado 18 de marzo la isla de El Hierro ha sufrido una nueva reactivación –y ya son cuatro– de la actividad magmática del volcán submarino localizado en el archipiélago. Hablamos con Carmen López Moreno, experta en vulcanismo, cuyo equipo se encarga de la vigilancia volcánica en la isla y que fue una de las científicas que siguió in situ la evolución de la erupción volcánica de 2011.
¿Son normales estos procesos de reactivación de los seísmos?
Desde que finalizó la erupción, en marzo de 2012, ha habido ya tres procesos previos de reactivación. El primero y más fuerte fue el de junio de 2012, el segundo fue más débil y tuvo lugar a mediados de septiembre. El último y más débil se registró a final de año, el 31 de diciembre, y uno y dos de enero. Este cuarto periodo está también ligado al fenómeno magmático que se inició en el 2011, porque aunque una erupción finalice su actividad no implica que se acabe todo, es un fenómeno más amplio. Este periodo de reactivación es más intenso que los tres anteriores.
¿Cuáles son las características de esta última reactivación?
Cuando comenzó el 18 de marzo, pensamos que iba a ser similar a las anteriores, pero a los pocos días fue intensificándose y ha llegado a registrar una notable sismicidad y deformaciones significativas. Pero esta sismicidad se ha producido en el mar casi desde el comienzo y ha ido migrando, alejándose. En estos momentos está a 15 kilómetros de la costa. Además, se ha producido en profundidad, a unos 15 y 20 km en todas las localizaciones.
¿Qué es lo que ha percibido entonces la gente en la isla de El Hierro?
Las intensidades asociadas a los sismos con magnitudes más altas. Como estas sacudidas han sido mayores que en otras reactivaciones, hay días de muchísima sismicidad con efectos visibles sobre el terreno, sobre todo de desprendimientos.
De hecho, el pasado domingo –31 de marzo– se ha registrado el mayor sismo desde que comenzara este fenómeno…
Sin duda ha sido uno de los más intensos. Fue un 4,9 en la escala de Richter pero este tiene que ser revisado –al tratarse de una información que se da en tiempo real– para conocer el tamaño real del evento. Como en anteriores reactivaciones, desde que comienzan tenemos desplazado personal del IGN de forma permanente en la isla. En los últimos días ha bajado la sismicidad, las deformaciones se han estabilizado y la población, que es lo importante, sigue las medidas recomendadas por el Pevolca.
¿Cuales son las implicaciones de que se haya duplicado con esta nueva reactivación la emisión difusa de CO2?
Cuando hay una reactivación, se somete la litosfera a un esfuerzo muy grande y sobre todo, a las capas superiores de la corteza. Es decir, se produce una sobrepresión grande que altera la isla. Hemos registrado que se ha deformado unos 11 cm con esta última reactivación. Además, cuando se supera el límite de elasticidad la roca se rompe, produciendo sismos. Y por último, también hay emisión de gases de origen volcánico. Digamos que estos son los tres efectos físicos medibles desde superficie, asociados a fenómenos volcánicos. Pero es algo natural. No entraña ningún peligro para la población. Un coche emite más CO2.
¿Qué recomendaciones se les ha hecho a la población?
El director del Plan de Protección Civil por Riesgo Volcánico (Pevolca) ha recomendado recordar las medidas de autoprotección ante la ocurrencia de sismos intensos. También se han cerrado algunas carreteras al oeste de la isla durante los días de los sismos más grandes.
¿Se puede prever la evolución de estos sismos?
No. Aunque según va ocurriendo la serie, esta tiene un comportamiento estadístico y una distribución de magnitudes con el tiempo que caracterizan el sismo máximo esperable. Estsos sismos esperables han ocurrido siguiendo la estadística que mostraba la sismicidad. Como informó ayer el comité científico, de vez en cuando se produce aún algún sismo intenso. En los últimos días ha disminuido la sismicidad, las deformaciones se han estabilizado y la población, que es lo importante, sigue las recomendaciones del plan Pevolca.
¿Qué plan de actuación tienen para los próximos días?
Hay que seguir evaluando. Estamos todavía con el proceso, no ha finalizado. Existe todavía una actividad anómala y hay que continuar estudiando su evolución.