Arantxa Unda (Madrid, 1987) ha trabajado en firmas como Goldman Sachs, en Nueva York, y en la sede londinense de Morgan Stanley; pero el mundo de las finanzas no la llenaba. Así que, tras finalizar un MBA en la Universidad de Harvard, decidió volver a España para ponerse al frente de la empresa familiar de software de gestión sanitaria Sigesa e introducir cambios que pusieran un mayor foco en la I+D. Unda encabeza la lista Forbes de 30 emprendedores europeos menores de 30 años en la categoría de ciencia y salud.
La revista Forbes ha dado a conocer esta semana su prestigiosa lista 30 under 30 Europe, una clasificación que consta de 10 categorías que reúnen cada una a 30 emprendedores y profesionales europeos, menores de 30 años, que pueden convertirse en líderes y referentes en distintas áreas del conocimiento.
Arantxa Unda, consejera delegada de la compañía Sigesa, ha sido la elegida para encabezar la categoría de ciencia y salud. Según comenta a Sinc, “aunque había presentado mi candidatura, fue una gran sorpresa que me eligieran. Me parecía imposible porque Forbes recibió más de 20.000 solicitudes el año pasado para sus listas de Europa Asia y Estados Unidos”.
Hace un año y medio, Unda tuvo que afrontar un dilema. La semana de su graduación después de cursar un MBA por la Universidad de Harvard recibió ofertas de dos multinacionales de tecnología y consultoría, ambas en Nueva York. “Era una gran oportunidad, con puestos muy bien remunerados y proyectos atractivos. Me costó decir que no, pero ya había decidido regresar a España y emprender mi propio proyecto en el ámbito de la tecnología sanitaria”.
La empresaria, que tiene ahora 29 años, empezó su carrera profesional en el sector financiero. Fue becaria en Goldman Sachs, en Nueva York, y luego trabajó dos años en la sede londinense de Morgan Stanley . “Fue muy interesante, aprendí mucho, pero no me acababa de llenar el sector ni lo que hacía. Por eso decidí hacer un MBA en la Harvard Business School con una beca que me dio la propia universidad y dar un giro a mi carrera hacía el ámbito de la salud, un área que conocía porque mi padre fundó hace 24 años Sigesa, que desarrolla software sanitario”.
En Harvard, hizo un proyecto con un profesor especializado en gestión de negocios familiares, que le animó a regresar y tomar las riendas de Sigesa y le dio pautas sobre las mejoras y la innovación que se podrían introducir en la compañía, con sede en el barrio madrileño de Chamartín.
A su vuelta hace un año y medio, Unda consiguió financiación bancaria y adquirió el 37% de la firma, “aunque, como la empresa tiene una parte de autocartera, de forma indirecta se puede decir que tengo control sobre un 41%”, explica.
Aranxa Unda (primera por la izquierda) con el resto de emprendedores europeos que han sido escogidos cabeza de lista en 10 categorías como ciencia y salud, finanzas, política, tecnología, comunicación, etc. / Levon Biss / Forbes
Innovar de forma más ágil
“Desde que estoy al frente –añade– nos hemos centrado en cambios internos, de organización y de procesos, porque lo que queremos es preparar la empresa para el futuro, hacerla más eficiente y dinámica para poder innovar de una forma más ágil y crecer con más solidez de cara al futuro”.
Unda opina que no es bueno hacer cambios de golpe, “sobre todo en una empresa que funciona y es robusta. Ahora vamos a poner el foco en inversión en I+D para ofrecer a nuestros clientes herramientas más inteligentes que ayuden a los profesionales de la sanidad a la toma de decisiones”, destaca.
La actividad de la empresa está centrada en el desarrollo de software –utilizado por unas 400 instituciones, como hospitales, consejerías de sanidad y alguna universidad– que permite recoger información de los pacientes, codificarla, estructurarla y normalizarla. El objetivo, señala, “es que los centros y los profesionales sanitarios puedan analizar toda esa información para tomar decisiones basadas en datos objetivos y que obtengan indicadores para mejorar la gestión de la práctica clínica”.
Con estos indicadores, comenta, “los hospitales pueden realizar comparaciones con un estándar, identificar las posibles áreas de mejora de los servicios y establecer alertas en caso, por ejemplo, de que se produzcan demasiados reingresos o complicaciones excesivas”.
Análisis de datos
Sigesa trabaja también en el desarrollo de tecnología que haga posible, mediante el análisis de datos, que los sanitarios conozcan el estado de salud global de la población para diseñar planes de salud preventivos.
Los planes inmediatos de la recién premiada por Forbes es que el software de la firma recoja más datos económicos de los centros hospitalarios. “La idea es que estos datos se puedan cruzar con la información clínica para permitir que los profesionales puedan hacer una mejor gestión”.
Unda cree que la introducción del factor económico será positivo para la calidad asistencial y la sostenibilidad del sistema. “Al final –destaca– se va a hacer un mejor uso de los recursos y los pacientes van a ganar con ello”.
Además, la compañía está invirtiendo para que su tecnología no solo dé información sobre lo que ha sucedido en el pasado en un centro sanitario o un hospital, sino que pueda ofrecer ciertas pautas a los gerentes y a los profesionales. “Es decir, que no solo se centren en identificar los problemas sino en proponer acciones de mejora”, agrega la consejera delegada.
Sigesa cuenta con una plantilla de 24 personas. “Somos un equipo muy variado y multidisciplinar. La mayoría son ingenieros informáticos, pero también tenemos economistas, expertos en derecho y perfiles clínicos. La franja de edad es amplia, hay desde gente menor de 30 años hasta personas muy experimentadas de 50 y 60 años, lo cual es muy enriquecedor”.
La facturación actual de esta compañía, que opera en España, Portugal, Italia, América Latina, es de 4,5 millones de euros. De esta cifra, 300.000 euros se destinan a I+D, “pero tenemos previsto aumentar esta partida”, indica.
Arantxa Unda dice estar muy contenta con su decisión de haber tomado las riendas de Sigesa. Su padre ya se ha jubilado, “pero sigo recurriendo a él como asesor, su experiencia me resulta valiosísima”, dice.
El equipo la ha acogido muy bien. “No me ven como la hija del jefe, creo que valoran mi juventud, entusiasmo y las nuevas ideas que aporto. Nos escuchamos mucho los unos a los otros y estamos poniendo en marcha un proyecto muy puntero que va a tener mucho recorrido de futuro... o eso espero”, concluye.