La Oficina Europea de Patentes premia toda la trayectoria profesional de este investigador del Instituto de Tecnología Química, un centro mixto del CSIC y la Universidad Politécnica de Valencia. Sus descubrimientos sobre catalizadores se utilizan en numerosas industrias, como la energética, la farmacéutica y la cosmética.
Un estudio con participación de investigadores de la Universidad de Granada abre de nuevo el debate científico sobre la validez de los modelos tradicionales de transporte de este metal precioso en la naturaleza. El trabajo revela cómo las nanopartículas de este elemento expuestas a fluidos hidrotermales tienen la capacidad de fundirse y producir nanofundidos.
A partir de 2035, en Europa solo podrán venderse automóviles neutros en carbono. En este contexto se posicionan en la agenda los e-fuels o electrocombustibles. Urgen soluciones, pero para dejar de contaminar no hay una única respuesta, recuerdan los expertos. Hay que diversificar las fuentes de energía, dependiendo de los costes y las alternativas de que disponga cada sector.
Con la ayuda de bolas de acero, investigadores del University College de Londres han molido agua congelada a –200 °C hasta conseguir una forma amorfa desconocida, con una densidad media muy cercana a la del agua líquida. Un proceso parecido podría ocurrir en las lunas heladas del sistema solar.
Aniversario del nacimiento de Josefa Molera Mayo. / Wearbeard
Dos profesores la Universidad de Sevilla y la Universidad de Bristol consiguen explicar la centenaria incógnita sobre la inestabilidad en la trayectoria de una burbuja de aire cuando asciende en el agua.
El proyecto SynEry creará glóbulos rojos sintéticos que imiten las características de los naturales y que puedan fabricarse en el futuro de forma rentable.
Los seres vivos emplean solo un puñado de elementos químicos, como carbono, oxígeno, hidrógeno o nitrógeno, pero la humanidad aumenta su demanda de otros mucho más escasos, como oro, cobre, níquel o las escasísimas tierras raras. Esta creciente divergencia conlleva riesgos ambientales, socioeconómicos y geopolíticos, según un nuevo estudio.
Una de las tijeras genéticas CRISPR más conocidas utiliza la proteína Cas9 para seccionar el genoma del virus invasor en zonas concretas. Ahora, investigadores estadounidenses y alemanes han identificado otra, llamada Cas12a2, que corta de forma indiscriminada las moléculas de ADN y ARN de la propia célula infectada hasta acabar con ella. El hallazgo podría aplicarse en el diagnóstico de enfermedades víricas.
Ilustración de Dorotea Barnés, pionera de la química en España. / Curro Oñate