Mediante experimentos de reconocimiento facial y electroencefalogramas, neurocientíficas de la Universidad Autónoma de Madrid han comprobado que nuestro cerebro reconoce más rápidamente el propio rostro que cualquier otro. Esta atención especial parece guardar relación con el propio yo.
Los consumidores de LSD encuentran en su entorno significados ocultos para los demás. Con la ayuda de voluntarios que escuchaban canciones bajo los efectos de esta droga psicodélica, investigadores suizos han revelado qué receptores, neurotransmisores y regiones del cerebro están implicados en estas percepciones tan subjetivas. Sus resultados revelan posibles dianas para tratar enfermedades psiquiátricas donde la valoración de las experiencias está alterada.