La conversión de edificios protegidos o históricos en instalaciones de alojamiento promueve la regeneración urbana en ciudades como Madrid. Según la investigación, realizada por la Universidad Complutense de Madrid, con cada nuevo hotel se crean 8 nuevos establecimientos, la mayoría de restauración y comercio.
Un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona señala que el transporte, las actividades domésticas y la agroganadería se encuentran entre las principales fuentes que más afectan a la toxicidad del aire en 857 ciudades europeas. Según los investigadores, urgen medidas drásticas para reducir la polución y las muertes asociadas al tráfico, principal fuente de gases nocivos.
La destrucción que deja a su paso la colada de lava en La Palma ha relegado a un segundo plano los daños que los numerosos seísmos, aunque de baja intensidad, pueden estar ocasionando en las edificaciones no afectadas directamente por la erupción. Dos expertos consultados por SINC señalan que nuestro país tiene una normativa sísmica de construcción anticuada, que no protege a las viviendas frente a estos fenómenos.
El mobiliario que ofrecen grandes cadenas son asequibles y rápidos de fabricar, pero, precisamente por eso, se estropean y cambian con frecuencia. Como la moda rápida, la fast furniture tiene un coste en el ecosistema.
Investigadores de la UNED han medido la dispersión urbana de la Comunidad de Madrid entre 1990 y 2006 utilizando una nueva metodología basada en la aplicación de las nuevas tecnologías de la información en el ámbito geográfico. El momento álgido de este fenómeno tuvo lugar en la década de los noventa y comenzó a decrecer a partir del año 2000, tal y como se publica en la revista GeoFocus.