Un equipo de científicos españoles ha descubierto la dosis óptima de un subproducto obtenido de la madera de poda de la viña que puede reemplazar al dióxido de azufre en la elaboración y conservación del vino. La utilización de este compuesto en lugar del dióxido de azufre (SO2), también conocido como sulfito o sulfuroso, reduce la problemática actual existente con estos aditivos, dando la posibilidad de reemplazarlos por este subproducto natural de la misma viña.
Un equipo de científicos ha determinado la diversidad de bacterias que se encuentran en la piel de la uva de las variedades garnacha y cariñena de la DOQ Priorat y también en el vino de crianza en barrica a través de la secuenciación masiva.
Investigadores del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera han comprobado las propiedades de este extracto para usarlo como sustituto del sulfuroso. Este aditivo, el más utilizado en la elaboración y conservación del vino, se distingue, según los expertos, por su capacidad antioxidante y antimicrobiana, pero también por sus posibles efectos negativos sobre la salud.
No toda la superficie de una misma parcela de viñedo presenta las mismas propiedades. Un estudio realizado por Neiker-Tecnalia (Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario) corrobora que en una misma parcela existen zonas con suelos de diferentes características, lo que causa diferencias reseñables en la producción de la uva y en la calidad del mosto.