Tikal fue uno de los núcleos urbanos más importantes del reino Maya, pero hasta ahora los científicos no han sabido cómo lograron subsistir sus habitantes en un ambiente de bosque tropical. Según un nuevo estudio, la clave estuvo en practicar formas intensivas de agricultura, como el riego, la construcción de terrazas y el cultivo de quema y roza, junto con técnicas agroforestales y de conservación de agua cuidadosamente controladas.
La expansión de los bosques de sabina albar (Juniperus thurifera) depende del uso histórico del territorio. Un estudio del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC-CSIC) revela que la colonización de las zonas abandonadas está muy ligada a los usos del suelo previos, lo que afecta a la vulnerabilidad al cambio climático de este proceso.