Investigadores de la Universidad de Almería han desarrollado una aplicación que analiza segundo a segundo la situación exacta de grutas durante visitas guiadas. Su instalación en la cavidad de El Soplao en Cantabria permitirá a los organismos gestores adaptar medidas de forma inmediata para evitar los daños de las visitas masivas.
El equipo de científicos y militares españoles desplegados en la XXX Campaña Antártica en la base Gabriel de Castilla pondrá este jueves rumbo a casa a bordo del buque Hespérides. Junto a ellos, esta temporada se estima que más de 43.000 turistas también viajen al continente helado. Estos lugares inhóspitos y protegidos, como la Antártida, el desierto del Sáhara, la selva de Laos o la sabana africana, cada vez atraen más a un público cuya presencia debe pasar ahora lo más desapercibida posible.
El Instituto Europeo de Estudios en Prevención (Irefrea) encuestó a más de seis mil personas en diferentes aeropuertos de países mediterráneos durante el verano de 2009 para conocer los niveles de acoso y relaciones contra la propia voluntad que habían padecido. Según los expertos, una de cada diez turistas inglesas y alemanas habría sufrido este tipo de conductas durante sus vacaciones en el sur de Europa, así como uno de cada 15 hombres, según publica la revista Archives of Sexual Behavior.
A diferencia de lo que ocurre en otras cuevas, en la del Águila (Ávila), el desgaste provocado por el turismo es “inapreciable”, a pesar de recibir decenas de miles de visitantes al año. Esta es la principal conclusión de una investigación internacional, liderada por la Universidad de Alcalá (UAH), que ha medido las variaciones térmicas de la cueva.
El aspecto peor valorado por los encuestados es el trato-hospitalidad de la población respecto al visitante
Una nueva investigación que acaba de publicar la revista European Journal of Public Health muestra que el consumo elevado de drogas y alcohol explica el aumento de la violencia en los jóvenes turistas. La investigación, centrada en las islas de Mallorca e Ibiza, indica que el 5% de los turistas visitantes se ve implicado en algún acto violento durante su estancia. El consumo de éxtasis es el único que los científicos no asocian a los actos violentos.