Una patente, de titularidad compartida entre la Universidad de Sevilla y la Universidad de Córdoba, identifica en una almazara una cepa microbiana del género Terribacillus que genera biodiésel de forma limpia, con un rendimiento más alto y un coste de producción más bajo que el empleado actualmente en la industria de los carburantes.
Las cafeterías y la Escuela de Hostelería del campus de Leioa utilizan litros y litros de aceite, ya que son muchos los alumnos, investigadores, profesores y trabajadores del PAS que comen allí. Actualmente, un camión se lleva todo el residuo. Sin embargo, unos profesores de Química han probado que en la misma universidad se le podría sacar provecho, ya que han conseguido producir biodiesel a partir de este aceite. Según explica la profesora Eneritz Anakabe, “hemos demostrado que a pequeña escala se puede hacer, que se puede lograr biodiesel de manera sencilla partiendo de este aceite”.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han producido biodiésel a partir de una mezcla de grasa animal de baja calidad con aceite de soja y, una vez caracterizado según la normativa técnica, han probado su comportamiento en un motor Diesel.