En la imagen, arriba, se ven las características morfológicas del ojo del T. occidentalis. Los ojos del topo se esconden tras el pelaje (A) y están siempre cerrados por la ausencia de párpados (B). La córnea es transparente y el iris tiene numerosos bultos (C).Los tintes con hematoxilina y eosina de diversas secciones muestran que el ojo tiene las estructuras básicas y aspecto funcional (D), pero no está del todo desarrollado por la presencia de núcleos en las fibras desorganizadas del cristalino (E). El cristalino del topo muestra cierta transparencia y no tiene cataratas agudas (F). Se muestra, como modelo de un fenotipo de ojo de mamífero, el ojo (G) y el cristalino (H) de un ratón salvaje (fuente: BMC Biology).