La decisión de dar teta o biberón es una de las que más inquietan a las madres recientes. Una opción personal se ha convertido en objeto de un debate social donde se cruzan razones científicas con modelos de crianza y conciliación. Mientras unos acusan a las que no amamantan por privar a sus bebés de una fuente de salud y apego, otros murmuran cuando un niño con dientes baja el sostén a su madre. Hoy nadie duda de los efectos positivos de la lactancia materna; sin embargo, algunos estudios cuestionan sus propiedades protectoras a largo plazo.