Hace más de 350 años el matemático francés Pierre Fermat escribió en el margen de un libro un pequeño problema, pero no anotó su solución por falta de espacio. Tres siglos después, el último teorema de Fermat sigue siendo esencial para muchos matemáticos, como Nuno Freitas (Portugal, 1984), un joven experto en teoría de números que visitó Madrid hace unos días para impartir una conferencia sobre el matemático francés.
Hace tan solo unas semanas una serie de trabajos, que suman más de 200 páginas, pusieron fin a la historia de una conjetura matemática que llevaba abierta casi tres siglos. Gracias al trabajo del matemático Harald Andrés Helfgott (Lima, 1977) la conjetura débil de Goldbach, que afirma que todo número impar puede escribirse como suma de tres primos, ya puede considerarse un teorema. Helfgott es doctor por la Universidad de Princeton y ha trabajado en centros de investigación como la Universidad de Yale, Berkeley, Montreal y Bristol. Actualmente es investigador en el CNRS francés, en la École Normale Supérieure de París. Hablamos con Helfgott sobre esta hazaña intelectual.