La historia del paisaje de Titán, una luna de Saturno con ríos y océanos de metano, se parece a la de Marte y sus antiguas masas de agua, pero no a la de la Tierra, donde la tectónica de placas cambia continuamente las montañas y los cursos fluviales. Así lo revela un análisis del sistema de drenaje y el relieve de estos tres cuerpos del sistema solar.
Ilustración de la posible tectónica de placas en la gélida corteza de Europa. / Noé Kroese, I.NK
Hace justo un siglo, el meteorólogo alemán Alfred Wegener postuló el concepto de deriva continental y la existencia de Pangea, el supercontinente que al fragmentarse originó los actuales. Ridiculizado y rechazado por la sociedad de su época, el científico quedó en el olvido. Unas décadas más tarde, las nuevas técnicas geológicas permitieron aceptar la teoría de Wegener, que es la base de la actual tectónica de placas y un tema recurrente hasta en películas de animación como Ice Age 4, tal y como nos cuenta Josep M. Parés, geólogo en el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH).