Investigadores de la Universidad de Burgos han desarrollado biosensores para detectar de forma sencilla y en poco tiempo algunos compuestos tóxicos de interés en la industria agroalimentaria, como la del vino, o en la farmacéutica. En concreto, detectan la ocratoxina A, el ácido glucónico, el arsénico y el formaldehído.
Un nuevo estudio sugiere que las enfermeras que trabajan en quirófanos tienen un mayor riesgo de asma persistente grave, probablemente a causa de la inhalación de agentes químicos procedentes de los desinfectantes de limpieza. los resultados se publican en el Journal of Occupational and Environmental Medicine.
Investigadores de la Universidad de Alicante han analizado diez marcas de cigarrillos y han comprobado que las concentraciones de varias sustancias nocivas y carcinogénicas varían significativamente de una a otra. Hasta ahora la normativa no contempla estos compuestos y solo establece límites para la nicotina, el alquitrán y el monóxido de carbono. Los científicos también han desarrollado catalizadores para reducir los productos tóxicos del tabaco.
Investigadoras de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) han descubierto por primera vez en alimentos la presencia de determinados aldehídos sospechosos de estar detrás de enfermedades neurodegenerativas y algunos tipos de cáncer. Estos compuestos tóxicos aparecen en algunos aceites, como el de girasol, cuando se calientan a temperatura de fritura.
Con una pequeña muestra de suero sanguíneo extraída por ejemplo del cordón umbilical, científicos españoles han logrado detectar más de 200 compuestos contaminantes. El nuevo método de análisis permite descubrir en el organismo humano, sobre todo en recién nacidos, elementos organoclorados y bromados, que acceden al cuerpo humano a través de la alimentación, y que pueden afectar a la salud.
El Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM) ha presentado el proyecto LIFE + Acciones para la lucha contra el uso ilegal de veneno en el medio natural en España con el que se pretende reducir el uso ilegal de veneno. En el proyecto se unen, por primera vez, organizaciones conservacionistas y administraciones públicas con un presupuesto total de 1,672 millones de euros para el periodo 2010-2014.
Investigadores de la Universidad de Leicester (Reino Unido) han estudiado las sustancias químicas perjudiciales presentes en los medicamentos líquidos a los que están expuestos los bebés prematuros. La investigación documenta los componentes que no son principios activos (excipientes) presentes en los medicamentos administrados a estos bebés como parte de su tratamiento médico.