Investigadores del Instituto de Biodiversidad y Medioambiente de la Universidad de Navarra, junto a otros especialistas en gestión de residuos industriales, han colaborado en la formulación de un compuesto que resulta eficiente, sostenible, viable económicamente y de aplicación directa a los suelos afectados por este plaguicida ya prohibido por la Unión Europea.
Un equipo internacional de científicos, con participación de la Universidad Politécnica de Madrid, ha confirmado que el biocarbón magnético es un método de limpieza adecuado para suelos contaminados con múltiples metales pesados.